El ministro saharaui de Asuntos Exteriores, Mohamed Salem Ould Salek, ha pedido a Mariano Rajoy, que rectifique la política saharaui del jefe del Ejecutivo saliente, Luis Rodríguez Zapatero, al tiempo que reclama el reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

En una entrevista concedida a Efe durante el XIII congreso del Frente Polisario, Ould Salek señaló que el Gobierno que dirige los asuntos de España "es responsable de lo que pasa en el Sáhara Occidental".

"Hasta 2004, el Gobierno español había defendido el plan propuesto por la ONU y la necesidad de organizar un referéndum sobre la autodeterminación. Pero después de esta fecha el cambió fue radical", explicó el dirigente saharaui en referencia a la llegada al poder ese año del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Para Ould Salek, el Gobierno de Zapatero ha apoyado el planteamiento marroquí que consiste en confiscar el derecho saharaui a la independencia. "Demandamos al nuevo Gobierno español que rectifique esta política y que reconozca a la RASD. El nuevo equipo debe asumir sus responsabilidades políticas, jurídicas y morales ante el pueblo del Sahara Occidental", agregó Ould Salek, antes de subrayar que España continúa siendo la potencia administradora del territorio saharaui.

Como tal, precisó, es la responsable "de la división del territorio saharaui y del martirio de su pueblo desde 1975". Un informe de 2002 de Naciones Unidas señala que en el Acuerdo de Madrid (1975), España no transfirió la soberanía sobre el territorio ni confirió a ninguno de los signatarios la condición de potencia administradora, "condición que España, por sí sola, no podía haber transferido unilateralmente". Según dicho documento, Marruecos no figura como potencia administradora en la lista de territorios no autónomos de las Naciones Unidas, pero el informe recuerda que este país ha administrado de hecho desde 1979 el territorio del Sahara Occidental.

Ould Salek insistió en que España debería conducir un movimiento en el seno de la ONU para exigir la restitución de los derechos del pueblo saharaui.

El jefe de la diplomacia saharaui explicó que si el nuevo Gobierno español tomara la "valiente decisión" de reconocer a la RASD, esto significaría una gran presión sobre el Reino de Marruecos, que sólo se muestra dispuesto a conceder una autonomía para el Sahara, pero dentro de su territorio. Sobre esta cuestión, apuntó que cualquier presión que pueda ejercer España sobre Marruecos para que Rabat "escuche la voz de la razón" es bienvenida. No obstante, precisó que "no estamos en contra de que España mantenga relaciones con Marruecos, pero rechazamos que dichas relaciones se desarrollen en detrimento del interés y de los derechos de los saharauis". Asimismo, apuntó que la política española no debería caracterizarse "por el espíritu colonialista de Francia en el Magreb".

En relación al secuestro de dos cooperantes españoles y una italiana en el campamento de refugiados de Tinduf (Argelia), el pasado 22 de octubre, Ould Salek, afirmó que era un "atentado terrorista y de agresión contra el pueblo saharaui". Para Salek, quienes perpetraron el secuestro de Ainhoa Fernández de Rincón, Enric Gonyalons y Rosella Urru buscan crear la impresión de que no hay seguridad en los campamentos y, además, intentar aislar a los refugiados saharauis del resto del mundo. Sin embargo, aseguró que las visitas "sobre todo de parte de nuestros amigos españoles" han registrado una progresión substancial en la últimas semanas. "Las investigaciones prosiguen y la liberación de los rehenes sanos y salvos es una prioridad para el Gobierno del Sahara Occidental", agregó.

Sobre las negociaciones con Marruecos, actualmente estancadas, advirtió que los saharauis están "agotados de esperar". "Hace veinte años que aceptamos el plan de la ONU, que ofrece a los saharauis la posibilidad de pronunciarse sobre su futuro. Pero Marruecos, con la complicidad de Francia, continua poniendo obstáculos a ese plan", dijo.

Ould Salek reiteró que sus compatriotas han optado por la vía pacífica "a pesar de la represión, los arrestos arbitrarios y las violaciones", aunque esta situación añadió está creando un estado de "frustración".

"Los saharauis son unánimes sobre la necesidad de lograr un avance, pero si como último recurso la opción de la lucha armada se impone para lograr que nuestra situación progrese, no lo dudaremos ni un solo instante", concluyó.