Las fuerzas estadounidenses han realizado esta semana la mayor operación militar en solitario en Irak desde el final de la guerra. Unos 4.000 soldados asaltaron con el apoyo de helicópteros y aviones, una península a orillas del río Tigris, a 150 kilómetros de Bagdad. Hubo casi 400 detenidos y fueron incautadas armas y municiones, según el Comando Central americano (Centcom).

La operación Península fue lanzada en dos fases y empezó el lunes con una serie de bombardeos para neutralizar a los partidarios del expartido gubernamental Baaz, grupos paramilitares y otros "elementos subversivos", según el Centcom. El miércoles se dio por acabada, según el diario The New York Times . Al menos cuatro iraquís murieron y cuatro soldados estadounidenses resultaron heridos.

Civiles iraquís denunciaron la brutalidad de los soldados estadounidenses, que esposaron a mujeres y niños y golpearon a un hombre hasta la muerte. Fuentes oficiales de EEUU calificaron estas denuncias de "absolutamente falsas". El toque de queda fue implantado en la península.

INCIDENTES EN MOSUL

También la situación está lejos de estabilizarse en otras partes de Irak. En Mosul, en el Kurdistán, violentos enfrentamientos estallaron entre policías y exsoldados que se manifestaron para exigir sus salarios. Hubo varios heridos. En el oeste del país, fue abatido un helicóptero Apache.