Una fuga detectada en un conducto ha obligado a BP a retrasar una prueba crucial para probar la efectivida de la nueva campana de contención instalada el pasado lunes para poner fin al derrame de petróleo en el pozo submarino del golfo de México, que lleva doce semanas vertiendo crudo al mar.

Según ha informado hoy BP en un comunicado, la compañía petrolera británica ya ha aislado la fuga y realiza reparaciones necesarias para poder iniciar la prueba, cuyo objetivo es comprobar si el pozo submarino podría soportar la presión generada por el completo sellado de la fuga.

Estas comprobaciones de seguridad, inicialmente previstas para el pasado martes, debían concluir en un plazo de entre seis y 48 horas.