El presidente de Gabón, Omar Bongo Ondimba, falleció ayer en el Hospital Quirón de Barcelona donde ingresó hace un mes aquejado de cáncer. Un comunicado redactado por el propio primer ministro gabonés, Jean Eyeghe Ndong, canalizado a través del departamento de comunicación del propio hospital, informó ayer de que el óbito se produjo a las 14.30 a consecuencia de un "paro cardíaco".

Sin embargo, la confusión en torno a las circunstancias y el momento exacto de la muerte han rodeado el deceso del decano de los gobernantes africanos, en el poder desde hace 42 años, tras elecciones que la oposición ha calificado sistemáticamente de fraudulentas.

Dos horas antes de certificar la muerte, el mismo primer ministro compareció públicamente en el hospital para asegurar que el presidente estaba vivo --sometiéndose a un "chequeo exhaustivo"--, desmintiendo así a todos los medios que ya recogían la muerte en sus ediciones de ayer.

El domingo, poco antes de la medianoche, varios medios de comunicación franceses daban cuenta de la muerte del presidente de Gabón citando a fuentes del Gobierno francés. La noticia fue recogida por periódicos de todo el mundo, españoles incluidos. El responsable de comunicación del Hospital Quirón ni la confirmaba ni desmentía la noticia con el argumento de falta de autorización de la familia.

"SEMBRAR LA DUDA" En la comparecencia de ayer por la mañana en el recinto hospitalario, el primer ministro gabonés no solo aseguró que el presidente estaba vivo, sino que deploró la actitud de la prensa francesa "que solo quiere sembrar la duda en el espíritu de los gaboneses por objetivos no deseados".

Ali Ben Bongo, de 50 años, uno de los hijos del presidente fallecido, actual ministro de Defensa, se perfila como el sucesor. El Gobierno decretó luto nacional durante 30 días y el Ministerio de Defensa anunció el cierre de fronteras terrestres, aéreas y marítimas del país africano.