Gemma I., comerciante de una de las mejores tiendas irundarras para turistas, al pie del puente de Santiago de la ciudad guipuzcoana, ha decidido gastarse 2.000 euros en refuerzos de madera para su escaparate. Como si fuera un huracán.

Lo han hecho las otras ocho tiendas, estancos y bares establecidos junto al puente que une las localidades vascoespañola de Irún y vascofrancesa de Hendaya, entre las que discurrirá este sábado una gran manifesrtación de oposición a los líderes del G7.

Cuenta Gemma que decidió cerrar y poner las maderas no tanto por la previsión de desórdenes como por la advertencia que los seguros le han hecho: que cubren los daños por vandalismo... pero no los producidos en manifestaciones con fecha y hora fijadas.

"No nos han dado más información, así que hemos mirado en internet qué pasó en otras cumbres del G7 -cuenta Gemma-. Por eso decidimos proteger los escaparates". No quieren más pérdidas de las que ya cuentan por los cuatro días que llevan sin verle el pelo a un turista.

20.000 AGENTES

Para mañana a las once está convocada la marcha de las plataformas G7Ez (Bildu y otros 49 colectivos) y Alternatives G7 (Chalecos amarillos y otros 49) que cruzará el puente. A ambos extremos, un despliegue sin precedentes suma a 13.000 gendarmes y militares franceses, desde Biarritz hasta Hendaya, y 2.800 guardias civiles y policías nacionales llegados en refuerzo de los 4.000 ertzainas a los que el Gobierno Vasco ha suspendido las libranzas.

Con tal despliegue, la frontera por carretera podría ser un muro de uniformes, pero no. El tráfico, al que se ha quitado antes el movimiento de magrebíes de vuelta hacia el norte, discurre lento, pero sin colapsos escandalosos. Y ante formaciones mixtas de gendarmes y policías españoles discretas en número y actitud.

Una buena parte del contingente está en las distintas mugas desde Irún hasta Huesca, senderos en los que agentes de los Grupos de Acción Rápida de la Guardia Civil y ertzainas esperan el paso de los radicales del Black Bloc o anarquistas, cuya presencia se teme este sábado y, sobre todo, el domingo en una corona de manifestciones en torno a Biarritz, en cuya periferia han dispuesto las fuerzas galas dos barracones para posibles detenidos.

En maleteros y mochilas buscan bates, estacas, cascos, líquidos inflamables, bengalas, botes de pintura y el resto del utillaje de los radicales que ya han actuado en las otras grandes cumbres.

"PARA ALARMAR"

Bildu ha criticado este viernes la "ocupación violenta" de esta zona del País Vasco. Attac, por su parte, denuncia la "intención criminalizadora" del despliegue policial.

"Esto está tranquilísimo, lleno de gente dialogando. Con esta presencia policial se pretende alarmar y molestar a la gente -dice Cuca Hernández, presidenta de Attac España, a EL PERIÓDICO-. No sé si algún loco querrá colarse para montarla, pero aquí venimos en un plan pacífico.

La organización de la manifestación insta a los participantes a reaccionar, en caso de carga policial, con: "Técnicas de resistencia no-violentas".