El Gobierno del nuevo primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni, el 64º en 70 años de República, formado a una velocidad desconocida en Roma, representa una continuidad casi total respecto al Ejecutivo de Matteo Renzi, que entre el domingo y el lunes dimitió después del rechazo de parte del electorado de unos cambios de la Constitución que constituían 'la madre de las reformas' de Renzi.

Este lunes los ministros ya han jurado el cargo, el martes el nuevo Ejecutivo pasará la confianza del Congreso y el miércoles la del Senado, de manera que el jueves Gentiloni ya podrá participar en Bruselas en la reunión del Consejo de Europa, en parte dedicado a la inmigración.

Los ministros del ámbito económico han sido todos confirmados, lo que tranquilizará a la Unión Europea y al Banco Central Europeo (BCE), de manera que Gentiloni dirigirá un Gabinete de 13 ministros como el anterior, con solo cinco mujeres (eran el 50%) y pocas novedades, circunstancia confirmada por el mismo primer ministro: “El Gobierno proseguirá en la acción de innovación comenzada por el Gobierno dirigido hasta aquí por Renzi”, privilegiando en Europa “las políticas económicas de crecimiento y sobre migraciones”, con una “atención al malestar social y a la (nueva) ley electoral”, dijo Gentiloni tras leer la lista de sus ministros.

Para Exteriores, que dirigía Gentiloni, ha sido nombrado Angelino Alfano, que ocupaba Interior, organismo que a partir de ahora dirigirá Marco Minniti, que abandona el cargo de subsecretario con mansiones sobre los servicios secretos. Anna Finocchiaro, una progresista veterana de la política italiana, ha sido nombrada ministra sin cartera para las relaciones con el Parlamento, cargo que en las próximas semanas será importante para la coordinación de los partidos de cara a la elaboración de la nueva ley electoral, de la que actualmente Italia carece.

El Constitucional se pronunciará el 24 de enero sobre la vieja ley electoral, pensada con la supresión del Senado prevista en las reformas rechazadas de Renzi, y en las semanas siguientes el Parlamento deberá aprobar la nueva. Probablemente ya en la primavera se celebrarán una elecciones anticipadas, toda vez que este es el cuarto Ejecutivo que se forma sin pasar por las urnas.

PROTESTAS DE LA OPOSICIÓN

Maria Elena Boschi, muy vinculada a Renzi y titular de las reformas sonoramente rechazadas (59%) por los electores, ha sido promocionada con la subsecretaría del Gobierno, lo que ha levantado las protestas de la oposición. “Es una copia desmejorada del anterior”, ha comentado Matteo Salvini, líder de xenófoba Liga Norte, que ha convocado una manifestación de protesta en Roma para fines de enero. El Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Beppe Grillo ha anunciado su intención de salir del hemiciclo cuando se vote la cuestión de confianza.

La dirección del Partido Democrático (PD), del que Renzi es secretario, se había reunido por la mañana y la minoría anti-Renzi dejó claro que “o el PD cambia o muere”. El ajuste de cuentas entre la mayoría cuarentañera favorable a Renzi y la minoría de antiguos líderes tendrá lugar en las próximas semanas durante una asamblea del PD, que debería debatir sobre la línea y el liderazgo de Renzi. “Si el 59% constituye un voto político, entonces también lo es el 41%”, dijo Renzi, en referencia a los resultados favorables y contrarios a sus reformas.