El político norirlandés Gerry Adams abandonó ayer de forma oficial la presidencia del Sinn Féin tras más de 34 años en el cargo, en los que pasó de defender la violencia de su brazo armado, el ya inactivo IRA, a involucrar a todo el movimiento nacionalista en el proceso de paz. En una asamblea extraordinaria celebrada en Dublín a la que asistieron cerca de 1.500 militantes del partido, Mary Lou McDonald, de 48 años, representante de una generación de políticos republicanos sin conexiones directas con la lucha armada, fue confirmada como nueva líder de la tercera fuerza en Irlanda.

Adams, de 69 años, anunció el pasado noviembre su intención de pasar el testigo después de dirigir durante más de tres décadas el Sinn Féin junto a Martin McGuinness, exministro principal norirlandés y exmiembro del IRA al comienzo del conflicto. Este relevo general comenzó el pasado año tras la retirada en enero de 2017 de McGuinness, que falleció dos meses después y fue reemplazado al frente de la formación en el norte de Irlanda por Michelle O’Neill.

Adams también indicó que no se presentará a las próximas elecciones al Parlamento dublinés -previstas para 2021-, donde tiene un escaño desde 2011. Asimismo, el presidente saliente descartó presentarse a los próximos comicios a la presidencia de la República de Irlanda, un cargo principalmente representativo aunque su anhelo, según sus biógrafos, siempre ha sido acabar su carrera como jefe de un Estado irlandés reunificado, el objetivo histórico del Sinn Féin. A diferencia de McGuinness, Gerry Adams siempre ha negado su pertenencia al IRA.