Si el escrutinio es muy reñido, puede darse el caso de que el perdedor pida un recuento en uno o más estados. En EEUU no existe ninguna comisión electoral nacional. Corresponde a las autoridades del estado en cuestión (el gobernador) autorizarlo. Si la disputa persiste, el perdedor puede recurrir a los tribunales del estado y, sucesivamente, ir subiendo en el escalafón judicial. Es poco habitual, pero en el 2000 el contencioso de Florida llegó hasta el Supremo de EEUU, que ratificó el controvertido triunfo de Bush sobre Gore.