Las autoridades de Bahréin han derribado el monumento de hormigón del centro de la plaza de la Perla, en Manama, epicentro y símbolo de las manifestaciones contra el régimen. Tras la acción de las excavadoras, el monumento se ha derrumbado entre un montón de escombros y barras de acero. El simbolismo de la escena no deja lugar a dudas: el Gobierno quiere poner fin a las protestas de manera inmediata.

Este monumento se erigió a principios de los años 80 con motivo de la celebración de la cumbre en la que se formó el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). Sus seis pies representaban a los seis países miembros del CCG: Bahréin, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Qatar y Omán. La perla opieza esférica sobre el monumento simbolizaba el patrimonio común de estos países, cuyas economías se basaban, antes de descubrir su petróleo, en la recolección de perlas.

El ministro de Asuntos Exteriores del reino de Bahréin, el jeque Jaled bin Ahmed al Jalifa, ha afirmado que el Gobierno "está comprometido con el diálogo, pero la recuperación del orden y la seguridad es ahora la prioridad".

TROPAS DE CONSEJO DE COOPERACIÓN DEL GOLFO

Las fuerzas del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) Pérsico han entrado en el país para proteger ese orden. "Las tropas del CCG no se han enfrentado con la población ya que solo protegen las instalaciones vitales y estratégicas de Bahréin", ha subrayado el jefe de la diplomacia bareiní en una rueda de prensa en la capital de ese país, Manama, transmitida por la televisión local.

El ministro ha adelantado que más fuerzas del CCG llegarán a Bahrein próximamente. Baréin viene siendo escenario desde el pasado 14 de febrero de una serie de protestas políticas que exigen profundas reformas. La oposición de Baréin, un país con mayoría chií gobernado por una minoría suní, exige la instauración de una monarquía parlamentaria, con una nueva Constitución que permita al pueblo elegir un Gobierno y un Parlamento independiente.

Por otra parte, la agencia de calificación de deuda Standard & Poor's rebajó en dos niveles la deuda soberana a largo y corto plazo de Bahréin a causa de los disturbios políticos que se desarrollan en ese pequeño reino.