El Gobierno conservador de Silvio Berlusconi ha aprobado hoy que la inmigración ilegal sea un delito en Italia, según ha informado el ministro de Asuntos Exteriores, Franco Frattini. La decisión fue adoptada durante el primer Consejo de Ministros del nuevo Gabinete de Berlusconi, celebrado en la ciudad de Nápoles y que duró cuatro horas.

La tipificación como delito de la inmigración ilegal será recogida en un proyecto de ley, que se remitirá al Parlamento, mientras que otras medidas de lucha contra la inmigración ilegal y consideradas urgentes han sido incluidas en un decreto ley. La consideración de la inmigración clandestina como delito ya figuraba en una ley promulgada durante el anterior mandato de Berlusconi y que fue declarada parcialmente inconstitucional en el año 2004.

El Consejo de Ministros celebrado hoy examinó también la posibilidad de crear patrullas conjuntas entre el Ejército y las fuerzas del orden en el marco de las medidas de seguridad que ha aprobado el Gobierno, aunque la idea fue descartada.

La lucha contra la inmigración ilegal fue una de las banderas de Berlusconi y sus aliados durante la campaña electoral y es uno de los principales asuntos en la vida política italiana desde que el magnate de la comunicación regresó al poder. Berlusconi expondrá hoy en rueda de prensa los principales detalles de las medidas adoptadas por el Consejo de Ministros, que también se ocupó de asuntos económicos y de la crisis de las basuras en Nápoles.