Los disturbios callejeros en los suburbios parisinos --que algunos califican ya de guerrilla urbana-- continuaron hasta la madrugada de ayer, por séptima noche consecutiva, con un total de 315 vehículos quemados y destrucción de edificios públicos. La crisis obliga al Gobierno francés a cerrar filas y olvidar las rivalidades internas con una actitud de "firmeza" ante los violentos. El titular del Ministerio de Interior, Nicolas Sarkozy, informó de que se han efectuado 143 detenciones en una semana y aseguró que "se aplicará la ley para que la policía sea bienvenida en todo el territorio".

En Seine-Saint-Denis --donde comenzaron los disturbios tras morir electrocutados dos adolescentes en Clichy-sous-Bois, cuando se creían perseguidos por la policía--, las bandas dispararon con balas reales contra policías y bomberos, y quemaron 177 vehículos. Cuatro policías, dos bomberos y tres civiles resultaron levemente heridos. Edificios públicos y comercios, incluida la prefectura de Bobigny, fueron asaltados.

Pese a la movilización de 1.300 antidisturbios, la violencia se propagó a otros departamentos, como Yvelines, Hauts de Seine, Essonne, Val D´Oise y Val de Marne. Sarkozy dijo que los disturbios en Seine-Saint-Denis estaban "organizados".

"SE HARA LA LUZ" En un nuevo intento de pacificación, el ministro de Interior volvió a recibir a los familiares de los adolescentes electrocutados para informales de la progresión de la investigación policial. Ante la prensa, el padre de Zyed Benna, de 17 años, se declaró esta vez "satisfecho" de la entrevista y de las garantías del ministro de que "se hará la luz" sobre la muerte de su hijo. Hace unos días se había negado a ser recibido por Sarkozy por considerarlo "incompetente", y tuvo que mediar el primer ministro, Dominique de Villepin, que ordenó la movilización gubernamental.

Según los primeros resultados de la investigación hechos públicos ayer por Interior, un policía había avisado por radio a sus colegas del riesgo de que los dos jóvenes se refugiaran en el lugar donde había un transformador eléctrico. Sin embargo, la cronología establecida excluye la persecución policial de los chicos. Con todo, el fiscal de Bobigny ha decidido abrir una investigación para determinar si hay responsabilidades policiales por "no asistencia a persona en peligro".

"LA CALIDAD DEL HABITAT" De Villepin se reunió con los ministros implicados y suavizó el mensaje en tono conciliador. Desde el Ministerio de Asuntos Sociales, su titular, Jean Louis Borloo, afirmó que la acción del Ejecutivo debe compaginar "la firmeza" con la "mano tendida". "Por muchas razones, desde hace 25 o 30 años, hay un enorme retraso en la calidad del hábitat y en las estructuras educativas en esos lugares", subrayó, refiriéndose a la situación de marginalidad de los barrios donde han estallado los disturbios.