La ministra francesa del Interior, Michèle Alliot-Marie, anunció hoy su voluntad de endurecer las sanciones para los que trafican con los puntos del carné de conducir porque las actuales "no son satisfactorias". "Voy a proponer cambiar la legislación para que haya sanciones mucho más duras, financieras y más allá", lo que se traducirá en la presentación "de aquí a finales de año" de una enmienda a la ley que lo regula, señaló Alliot-Marie en una visita a la prefectura (delegación del Gobierno) de Créteil.

Indicó que el fraude con los puntos del carné de conducir se castigará "más severamente" y avanzó multas de 45.000 euros y penas que podrían llegar a tres años de cárcel. La ministra insistió en que hay que acabar con los que trafican con los puntos, una práctica que se desarrolla en Internet, donde se pueden comprar puntos a precios que oscilan fácilmente de 100 a 1.200 euros. También se refirió a la práctica de "cambiar puntos con la abuela que ya no conduce", y reiteró que "hay que poner fin a esto y las sanciones financieras que existen son insuficientes".

Por otra parte, la ministra explicó que los conductores que hayan perdido la mitad de sus puntos recibirán una carta certificada para avisarles de su situación.

El cambio o la compraventa de puntos son posibles en el caso de los automovilistas que reciben una multa por exceso de velocidad captado por un radar automático, y que declaran que era otra persona la que estaba al volante en el momento de la infracción. En Francia este verano había ya más de 1.500 radares (entre fijos y móviles) repartidos por toda la red viaria, una cifra que debe aumentar hasta 2.000 a finales de año. Su multiplicación ha provocado un tirón de la retirada de puntos del carné: ocho millones en 2006, frente a los 7,4 millones en 2005.