Más de una veintena de hombres armados asaltaron hoy una cárcel en una población del oeste de Guatemala, fronteriza con México, para liberar a un acusado del asesinato de un futbolista, un ataque que el Gobierno atribuyó al cartel mexicano del narcotráfico Los Zetas. El ministro del Interior, Carlos Menocal, dijo a periodistas que según las primeras investigaciones de las fuerzas de seguridad, "se trató de un operativo realizado por Los Zetas", ya que el detenido liberado pertenecía una cuadrilla de ese grupo criminal. El ataque fue perpetrado hoy por la mañana en la cárcel preventiva de la población de Malacatán, del departamento de San Marcos, y en él murieron un agente de la Policía Nacional Civil (PNC) y un transeúnte, además de que cuatro soldados y una adolescente resultaron heridos de gravedad en el tiroteo y la persecución posterior de los sicarios. Según Menocal, en el asalto participaron más de 20 hombres armados con fusiles de asalto Ak-47, lanzagranadas y pistolas automáticas, quienes sorprendieron a los custodias de la prisión. El hombre que fueron a liberar, identificado como Élmer Aroldo Zelada Galdámez, de 20 años de edad, estaba detenido en esa cárcel desde el pasado fin de semana, acusado de haber participado en el secuestro y asesinato del futbolista Carlos Mercedes Vásquez. Los atacantes, precisó Menocal, son parte "de una estructura de Los Zetas, que rescataron a esta persona (Zelada) por medio de un operativo bien montado". Según el ministro, precisamente ayer se había solicitado a un juez ordenar el traslado de Zelada a otra cárcel, ya que esta prisión donde estaba no cuenta con las medidas de seguridad para resguardar a ese tipo de delincuentes. Un portavoz de la PNC confirmó a Efe que los atacantes utilizaron al menos diez vehículos para su operativo, tres de los cuales dejaron abandonados en una carretera en las afueras de Malacatán. La banda de sicarios y narcotraficantes mexicanos Los Zetas, según las autoridades, se asentó en Guatemala hace más de dos años para controlar las rutas de trasiego de drogas que proviene por diferentes vías desde Sudamérica y que es trasladada a México. Tras liberar al reo, los delincuentes huyeron en varios vehículos todoterreno y fueron perseguidos por unidades de la PNC y del Ejército, lo que motivó un intenso tiroteo en las calles de esa población. En el enfrentamiento falleció el agente de la PNC, Carlos Alberto Bravo Fuentes, de 34 años, y resultaron con heridas de gravedad cuatro soldados. También murió un hombre identificado como Otto Barrientos, quien pasaba por el lugar, y su hija adolescente, Débora Barrientos, quien lo acompañaba, fue herida por una bala perdida. Las fuerzas de seguridad movilizaron unidades aéreas y terrestres en la zona sur del departamento de San Marcos, para dar con los delincuentes, que se desplazan en más de diez vehículos, pero aún no se ha informado sobre los resultados. El hombre al que sacaron de la prisión es acusado por las autoridades de haber participado en el asesinato de Vásquez, jugador del Deportivo Malacateco, de la Liga Nacional, quien fue secuestrado por un grupo de pistoleros que le sacó del vehículo en el que iba junto a otros jugadores, el pasado 26 de noviembre. Dos días después fueron hallados los restos desmembrados del futbolista en cinco bolsas de plástico, en una zona desolada del suroeste del país. A Zelada le fueron encontradas una pistola automática, un chaleco antibalas y municiones en la residencia donde fue capturado, en la aldea La Montañita, de Malacatán. La PNC también vincula a Zelada con el asesinato de un agente de la policía durante un ataque armado a una patrulla perpetrado el pasado 25 de noviembre. Además, se le acusa del asesinato de una reina de belleza de la ciudad de Tecún Umán, y el de dos comerciantes mexicanos, entre otros crímenes.