Desde que el terremoto azotó Haití hace ya más de una semana, el presidente del país, René Préval, ha concedido numerosas entrevistas y ha viajado a la República Dominicana para reunirse con los donantes internacionales, pero todavía no se ha dirigido a sus propios conciudadanos. El Gobierno está prácticamente desaparecido y el vacío de poder creado en el país es más que evidente. Por eso, muchos consideran que, con el desembarco masivo de sus tropas, será EEUU quien tome las riendas del país.

El propio Préval aseguró ayer a la radio francesa France Info, que "no tenemos ningún problema ideológico para recibir la ayuda de los que tienen la capacidad y quieren ayudarnos", y dijo que los estadounidenses "están bajo la égida de las Naciones Unidas, aunque no formen parte de la Minustah (la misión de la ONU en Haití)". El presidente añadió que "las cosas comienzan a entrar en orden" y las autoridades haitianas "empiezan a controlar la situación". Pero reconoció que existen problemas en la coordinación del reparto de la ayuda y que el país "no está preparado para recibirla".