Incertidumbre e indignación. Son los términos que mejor describen el clima que imperaba ayer en el Gobierno español tras el fracaso de las negociaciones presupuestarias de la UE. "Es mejor volver sin acuerdo que con un mal acuerdo que perjudique los intereses de España", sentenció la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, en la resaca de una cumbre en la que Madrid rechazó la propuesta de la presidencia luxemburguesa porque reducía el saldo neto de España en el periodo 2007-2013 a tan sólo 4.738 millones.

El Ejecutivo no sólo constató la dificultad para arañar más fondos, sino que ahora se enfrenta al problema añadido de que un atraso en el acuerdo financiero puede afectar la cualificación de España y sus regiones como beneficiarias de ayudas.

Con los datos del 2000-2001, Galicia y Castilla-La Mancha ya rozan el límite del 75% de la renta media comunitaria para recibir los principales fondos estructurales. Si la base de cálculo se amplía al 2003 debido a la dilación del acuerdo, ambas comunidades podrían sobrepasar el techo para la percepción de las ayudas. Además, la revisión de los PIB, prevista en próximos meses para afinar el peso económico de los estados en la UE, "podría también tener un impacto negativo para España", según el secretario de Estado para la UE, Alberto Navarro.

INICIATIVA ESPECIFICA Para hacer frente a esta amenaza, Zapatero deberá trabajar por un rápido acuerdo sin dejar de defender los intereses españoles. El presidente planteó además la posibilidad de "pensar en nuevas fórmulas de cohesión" y propuso una iniciativa específica: la creación de un fondo de investigación y desarrollo. Ante la certidumbre de que España dejará muy pronto de percibir las ayudas de cohesión tradicionales, por haberse convertido en un país más rico, el presidente del Gobierno español abrió el camino para conseguir una nueva fuente de ingresos donde España tenga más margen de maniobra.

El presidente del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, arremetió contra Zapatero y dijo que "no pinta nada" en la UE. Pese a ser jornada de reflexión de las elecciones gallegas, Rajoy hizo campaña indirecta, al destacar los efectos negativos que la falta de acuerdo presupuestario en la UE pueden tener para Galicia y Castilla-La Mancha.