El Gobierno irlandés presentó hoy un proyecto de ley que, si se aprueba, reconocerá a las parejas homosexuales duraderas muchos de los derechos que tienen los matrimonios, como el de registrar la unión legalmente.

Al igual que las parejas del mismo sexo, aquellas formadas por un hombre y una mujer que no se hayan casado y las integradas por personas que simplemente viven juntas pero no mantienen una relación amorosa también podrán registrarse. Una vez que lo hagan, tendrán prácticamente los mismos derechos y obligaciones que cualquier matrimonio.

El ministro de Justicia, Dermot Ahern, afirmó hoy que "el proyecto de ley se ha elaborado cuidadosamente para equilibrar cualquier posible conflicto entre esos dos derechos garantizados constitucionalmente".

"Este equilibrio se consigue manteniendo distinciones materiales entre la unión civil y el matrimonio, en particular, entre los derechos que conllevan cada uno, y al mismo tiempo reflejando los derechos de igualdad protegidos por la Constitución", añadió Ahern, según informó el periódico 'The Irish Times'.

El nuevo proyecto de ley establece una 'red legal' para aquellas personas que mantienen una relación sentimental desde hace tiempo y que pueden encontrarse en una situación económica difícil si dicha relación termina, ya sea por una ruptura o por la muerte de una de las dos personas.

Asimismo, reconoce legalmente los acuerdos que regulan los asuntos económicos y los relativos a la propiedad de personas que viven juntas. Entre los derechos y deberes que incluye el texto figuran las obligaciones de entregar una pensión alimenticia, la protección del domicilio compartido, el derecho a una pensión o a la herencia.

NO HAY IGUALDAD

Pero Brenan Howlin, del Partido Laborista, consideró que el proyecto de ley no implica igualdad de derechos y lamentó que "los avances en la agenda social" en Irlanda "siempre han sido lentos y complicados". Otras formaciones, como el Fine Gael o el Partido Verde, acogieron con satisfacción el texto.

El Consejo Irlandés para los Derechos Civiles, por su parte, elogió al ministro de Justicia por esta iniciativa, que consideró "progresista, en términos generales". Sin embargo, destacó que el proyecto de ley no reconoce la "verdadera igualdad" porque no permite el matrimonio homosexual y pidió a quienes creen que es "aceptable discriminar a las personas por su orientación sexual" que expliquen "por qué sus prejuicios deben reflejarse en la ley".

En Irlanda, un país tradicionalmente católico, el matrimonio goza de unos sólidos derechos reconocidos por la Constitución, que se modificó en 1995 para eliminar una prohibición que impedía el divorcio. El aborto sigue siendo ilegal y, en 1979, la autorización de la venta de métodos anticonceptivos generó una gran polémica.