El Gobierno de Romano Prodi se enfrentó durante la jornada de ayer a un crispado debate en el Senado, solicitado por la minoría conservadora, que podía poner por segunda vez en crisis al Ejecutivo progresista que salió de las urnas hace un año. En la Cámara alta el Gobierno cuenta con una mayoría de solo dos escaños.

La sesión debía concluir con la votación de 18 mociones sobre la destitución de Roberto Speciale, general que hasta la pasada semana estaba al mando de la policía financiera. El escándalo estalló hace dos semanas cuando el viceministro de Economía, Vicenzo Visco, fue acusado de haber presionado a Speciale para que apartara del caso a los policías que investigaban un escándalo financiero.