Los dirigentes de los principales partidos políticos tunecinos alcanzaron hoy un acuerdo por el que el partido gubernamental, el islamista Al Nahda, se compromete a disolver el Ejecutivo en un plazo de cinco semanas y ceder el paso a un gobierno de consenso.

Tras una ceremonia en la que el primer ministro, Ali Laridi, hizo hincapié en que su partido, Al Nahda, "aceptará positivamente los acuerdos que se alcancen", una veintena de líderes políticos firmaron un "compromiso moral" para superar la parálisis que sufren las instituciones.

Se trata de una hoja de ruta que determina un calendario muy preciso para relanzar el proceso de transición y superar la crisis política y económica que se agravó con el asesinato del diputado de izquierdas Mohamed al Brahmi el pasado 25 de julio.

La agenda estipula que Ali Laridi deberá disolver el Ejecutivo a partir de la cuarta semana desde el inicio del diálogo nacional, cuya primera sesión oficial está prevista para la semana próxima.

Además, el comienzo del diálogo estará marcado por la elección de una personalidad independiente, sin relación con ningún partido político, a quien se encargará la formación de un nuevo gobierno que estará constituido por tecnócratas.

Paralelamente, se ha fijado un plazo de cuatro semanas para que la Asamblea Nacional Constituyente "finalice su misión" y apruebe la nueva Constitución.

La Asamblea Legislativa también deberá redactar una nueva Ley electoral y formalizar la creación de un comité electoral, que fijará la fecha de los próximos comicios, según declaró hoy el secretario general de la Unión General de los Trabajadores Tunecinos (UGTT), Husein Abasi, tras la firma del "compromiso moral".

Abasi también afirmó que el próximo lunes se dedicará al estudio del procedimiento para desarrollar el diálogo y poder fijar el día de su inicio oficial.

El jefe de la central sindical agradeció también "a todas las partes" las "concesiones" hechas en las últimas semanas que, según él, "aunque dolorosas, sirven a los intereses del país".

"La firma de hoy permitirá a los adversarios políticos recuperar la confianza entre sí y lanzar un mensaje positivo al pueblo" concluyó el sindicalista.

"El pueblo está cansado y nervioso por las incertidumbres de la política, por lo que este diálogo llega en un buen momento, como paso importante para la normalización del país", declaró por su parte Ali Laridi.

Durante la ceremonia de hoy, la presidenta de la Patronal, Wided Buchamawi, hizo hincapié en que "el clima actual no es propicio para las inversiones".

Asimismo, Buchamawi remarcó que las prioridades de la próxima etapa son la seguridad y la lucha contra el terrorismo, el relanzamiento de la castigada economía y la creación de condiciones favorables para la celebración de elecciones.

El asesinato de Al Brahmi empujó a los principales grupos de la oposición a coaligarse en la plataforma Frente de Salvación Nacional, para exigir, entre otras cosas, la disolución del Ejecutivo, una cuestión a la que hasta ahora se negaba rotundamente Al Nahda.

No obstante, la mediación lanzada por el cuatripartito integrado por la Patronal (UTICA), la Liga Tunecina de los Derechos Humanos (LTDH) y la Asociación de Magistrados y encabezado por la UGTT parece haber dado sus frutos logrando que todas las fuerzas se sienten alrededor de una misma mesa para discutir sobre un mínimo común denominador.

Además, los principales líderes políticos estamparon su firma en el "compromiso moral" alcanzado hoy, entre ellos el presidente de Al Nahda, Rachid Ganuchi, el líder del principal grupo de la oposición "Nidá-Tunis", Beyi Caid Esebsi, y el representante del izquierdista Frente Popular, Hama Hamami.

Un compromiso que deberá marcar el camino para superar la crisis, a pesar de los dirigentes de dos pequeñas formaciones, así como de los del partido Consejo Por la República (CPR), socio de gobierno de Al Nahda, se han negado a dejar su rúbrica.