La ira musulmana por la publicación de unas caricaturas de Mahoma en la prensa europea siguió extendiéndose ayer como un reguero de pólvora, de Oriente Próximo a Asia, a la par que nuevos periódicos occidentales, con la bandera de la libertad de expresión por delante, optaron por reproducir los polémicos dibujos. Ante la dimensión de la revuelta, fueron varios los gobiernos europeos los que pidieron calma a la prensa. Estados Unidos tomó partido en la polémica y no lo hizo en defensa de sus aliados, sino que se solidarizó con los musulmanes y calificó de "ofensivas" las caricaturas.

Con miles de musulmanes derrochando cólera en las calles, el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, no podía hablar más claro: "El Gobierno no controla a los medios de comunicación, son libres, por eso no puede pedir perdón en su nombre". El diario danés Jyllands-Posten fue el primero en publicar las caricaturas, luego reproducidas. Otros gobiernos se mostraron más prudentes, como el de Francia, donde reside una importante comunidad musulmana y donde el ambiente está particularmente crispado. No fue hasta ayer, dos días después de que el diario France Soir publicara una caricatura de Mahoma, que las autoridades se posicionaron.

El presidente francés, Jacques Chirac, quien recibió durante la tarde al rector de la mezquita de París, Daniel Boubakeur, insistió en que "Francia es un país laico que respeta todas las religiones y creencias" y defendió el principio de la libertad de expresión como "uno de los fundamentos de la República". Chirac, que se expresó a través de un comunicado, apeló "al sentido de responsabilidad, de respeto y de mesura de cada uno para evitar todo lo que pueda herir las convicciones del prójimo".

DIVISION EUROPEA Pero Europa afronta dividida esta crisis de las caricaturas. El ministro británico de Exteriores, Jack Straw, calificó de "irrespetuosas" las caricaturas y la Comisión Europea se vio forzada a ponerse a la defensiva después de que el vicepresidente responsable de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, criticara también los dibujos. "La fijación de los límites de la libertad de expresión no es competencia de la Comisión Europea", reconoció un portavoz, informa Eliseo Oliveras. Frattini, en su declaración institucional, consideró la publicación de las viñetas "como algo imprudente".

Pero ante la tibieza de la Comisión Europea y de algunos líderes europeos en la defensa de los principios de la UE, los grupos parlamentarios de la Eurocámara han comenzado a reaccionar. La delegación española del Grupo Socialista reclamó al Ejecutivo comunitario que defienda con más vigor los principios de la UE "frente a los fundamentalistas".

Fundamentalistas que ayer convirtieron el día de la plegaria semanal musulmana en una nueva jornada de violentas protestas. En Yakarta, capital indonesia, unos 300 islamistas asaltaron al grito de Alá es el más grande la embajada danesa .

En Egipto se quemaron banderas y en los territorios ocupados palestinos, el día de rezo también fue una jornada de protesta y de rabia, informa Joan Cañete Bayle. En la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, los creyentes protagonizaron escaramuzas con la policía israelí, quemaron banderas danesas y escucharon cómo el jeque Mohamed Hussein calificaba las caricaturas de "agresión flagrante contra el islam". El jeque exigió a los gobiernos árabes y musulmanes que suspendan sus relaciones diplomáticas con los países cuyos medios han publicado las viñetas e hizo un llamamiento a no dañar a los extranjeros que viven en los territorios ocupados.

Mushir al Masri, un portavoz de Hamás, afirmó que el movimiento islámico "condena las viñetas pero rechaza cualquier tipo de violencia contra instituciones extranjeras y y ciudadanos extranjeros". Violencia que las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, vinculadas con Al Fatá, repitieron ayer, al lanzar un artefacto explosivo de poca potencia contra el Centro Cultural francés de Gaza..

EEUU condenó ayer la publicación de caricaturas de Mahoma "porque realmente ofenden las creencias de los musulmanes", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Kurtis Cooper.

Mientras, los intelectuales egipcios ponían el grito en el cielo después de que el Nobel de literatura Naguib Mahfuz pidiera a los líderes religiosos de su país permiso para publicar su novela Hijos de nuestro barrio , prohibida desde 1959.