El Parlamento británico rechazó ayer el acuerdo del brexit tras la votación final en la Cámara de los Comunes en la que los contrarios al pacto sumaron 432 votos por 202 de los favorables. Así, la cámara rechazó el pacto presentado por la primera ministra británica, Theresa May, que cuenta ahora con un plazo hasta el próximo lunes para exponer un plan alternativo. Además, la conservadora anunció que hoy mismo se someterá a una moción de confianza.

Más de cien conservadores se rebelaron contra la disciplina de voto de su formación para oponerse al pacto de la primera ministra, que ha sufrido una de las derrotas parlamentarias más amplias infligidas a un Gobierno británico en tiempos modernos. Momentos después de la votación, el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, presentó una moción de censura contra el Gobierno conservador con el objetivo de tratar de forzar unas elecciones.

EL DUP ES CLAVE / Si May supera la moción, para lo que necesitará los votos de al menos la mitad de la cámara, la primera ministra planea abrir una ronda de reuniones con otras formaciones británicas para explorar posibles alternativas a su acuerdo que pudieran contar con el respaldo de los diputados. El norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), clave para formar mayorías parlamentarias en esta legislatura, ha insistido esta semana en que no apoyaría una eventual moción de censura laborista, por lo que May confía en ganar la votación. «Está claro que la Cámara (de los Comunes) no apoya este acuerdo, pero el voto de esta noche (por anoche) no nos dice nada sobre lo que sí respalda», esgrimió May tras conocerse el resultado de la votación, que paraliza por el momento el proceso de ratificación de un pacto al que han dado su visto bueno los 27 socios comunitarios restantes.

El próximo 29 de marzo, el Reino Unido abandonará la Unión Europea, según marca el plazo establecido por el artículo 50 del Tratado de Lisboa y la propia legislación británica. Si no se ratifica un pacto, o bien Londres y Bruselas pactan una extensión o se produciría en esa fecha una ruptura no negociada.

Los conservadores más euroescépticos reclaman a May que vuelva a Bruselas en busca de nuevas concesiones, en particular respecto al mecanismo de salvaguarda diseñado para evitar una frontera en Irlanda del Norte. Argumentan que esa cláusula dejará atado al Reino Unido a las estructuras comunitarias hasta que se firme un nuevo tratado comercial entre Londres y Bruselas, lo que puede tardar años.

LA SALVAGUARDA / La jefa de Gobierno argumentó ayer a ese respecto que la salvaguarda es necesaria como «seguro para garantizar que no se levanta una frontera dura» en Irlanda del Norte, lo que minaría los acuerdos de paz firmados en la región en 1998. La jefa de Gobierno se mostró además contraria a convocar unas elecciones generales anticipadas. «Cualquiera que fuera el resultado, las opciones que tendríamos frente a nosotros no habrían cambiado», esgrimió la primera ministra.

El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, asegurÓ que el rechazo al acuerdo del brexit aumenta el riesgo de una salida sin pacto del Reino Unido del bloque europeo y pidió a Londres «aclarar» sus intenciones con rapidez. «El riesgo de una retirada desordenada del Reino Unido aumentó anoche. Pese a que no queremos que eso ocurra, la Comisión Europea seguirá con su trabajo de contingencia para ayudar a que la UE esté totalmente preparada», afirmó Juncker en un comunicado.

También se pronunció el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que reclamó «valor» para encontrar «la única solución positiva» al proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea. «Si un acuerdo es imposible, y nadie quiere un ‘no acuerdo’, ¿quién tendrá finalmente el valor de decir cuál es la única solución positiva?», reclamó Tusk.