El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) liquidó ayer por la diplomática vía de la dimisión a su impopular presidente Kurt Beck y coronó al ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, como el candidato a la cancillería que deberá plantar cara a Angela Merkel en las elecciones legislativas que se celebrarán en septiembre del próximo año. El propio Steinmeier anunció la inesperada dimisión de Beck y su candidatura, así como la designación de Franz Müntefering como futuro presidente del SPD, que deberá ser bendecida por un próximo congreso extraordinario. Mientras, Steinmeier asume también el liderazgo interino del partido.

Al término de la agitada reunión de la cúpula del SPD, Steinmeier dijo que la dimisión de Beck había "sorprendido y conmocionado" a los asistentes. "Esta jornada no se ha desarrollado como habíamos previsto", añadió. El propio Müntefering ni siquiera participaba en la reunión de la ejecutiva del SPD, sino que estaba en su casa descansando. "La jornada de hoy ha sido muy difícil para el partido", reconoció Steinmeier. A su juicio, el SPD "necesita un nuevo comienzo con un nuevo centro", así como "el fin de la lucha entre las distintas alas y personas".

Beck, que abandonó la reunión horas antes de la rueda de prensa, decidió tirar la toalla ante la campaña de acoso que ha sufrido en los últimos meses como responsable de la crisis ideológica y de identidad que sufre la socialdemocracia alemana y que ha conducido al partido a los mas bajos índices de popularidad de su historia.

Un comunicado emitido posteriormente por Beck justifica su dimisión por las "informaciones falsas" ofrecidas a los medios por fuentes de su partido acerca de su decisión de nominar a Steinmeier como candidato a la cancillería, que acabaron limitando su capacidad de maniobra y le impidieron ejercer el cargo "con la necesaria autoridad".

RIVAL ELECTORAL Así, Steinmeier se convierte con su candidatura a la cancillería en rival electoral directo de su actual jefa y presidenta del Gobierno de coalición, la cristianodemócrata Merkel. Con el dúo formado por Steinmeier y Müntefering --quien ya fue presidente del SPD (2004-05)--, asumen la dirección de la socialdemocracia alemana dos políticos que formaron parte del más estrecho círculo de colaboradores de Gerhard Schröder, el antecesor de Merkel en la jefatura del Gobierno alemán.

Ante la sucesión de acontecimientos en el SPD, sus rivales políticos de la CDU reaccionaron con sarcasmo. Su vicepresidente, Christian Wulff, declaró que "los presidentes del SPD no fracasan por su culpa, sino por sus conflictos no resueltos en cuestiones estratégicas y de contenido".