Felipe González consideró ayer que la iniciativa del presidente Aznar, que el miércoles sometió a votación en el Congreso el pacto de mínimos de los Quince sobre la crisis de Irak, fue "absolutamente inusual" y careció "de razón y de sentido". González admitió que Aznar urdió "una jugada hábil", pero dijo: "No estamos en el momento de jugadas hábiles, sino en el de decisiones de extrema gravedad".

En la SER, González ratificó su rechazo a la guerra y justificó el apoyo del Gobierno que él presidía a la guerra del Golfo porque en 1991 el "repugnante régimen" iraquí "constituía una amenaza". Sostuvo que más de una década de embargo ha conjurado el peligro: "Nadie podría imaginar hoy que Sadam pudiera volver a atacar a nadie".

González recordó que la guerra del Golfo se desencadenó después de que Irak invadiera Kuwait y violara una docena de resoluciones de la ONU.