Catorce días después de que un apagón histórico dejara sin luz a Nueva York y otras ciudades del noreste de Estados Unidos y Canadá, Londres se quedó ayer tarde a oscuras durante una hora, generándose un tremendo caos en las estaciones de metro y ferrocarril de la metrópoli. Obviando toda coincidencia, el alcalde londinense, Ken Livingstone, se apresuró a afirmar que "no hay signos de participación terrorista" en el apagón, que fue atribuido a un error de la compañía National Grid, la empresa que abastece de electricidad a Inglaterra y Gales.

La avería afectó a más 250.000 personas y a la mayoría de estaciones de tren y metro de la capital británica. El corte de energía tuvo lugar a una hora punta, a las 18.20 horas de Londres (las 17.20 hora española), y todas las personas que se hallaban en ese momento en las estaciones y trenes tuvieron que ser evacuadas, al quedarse totalmente a oscuras. Algunos pasajeros se quedaron encerrados en los vagones. Las farolas y la mitad de los semáforos de la zona sur de la ciudad se vieron afectados. En algunos momentos la situación recordó al caos vivido en Nueva York y otras ciudades estadounidenses hace unos días. En algunas zonas, el apagón afectó también a negocios y viviendas.

COLAPSO Y PANICO

El gran número de personas que abandonaron las estaciones de tren y metro colapsaron los autobuses y se hizo casi imposible coger un taxi. Al poco tiempo, además, el caos afectó al tráfico.

En un primer momento se vivieron situaciones de pánico dentro de las estaciones de metro, debido a la oscuridad y a la incertidumbre. Aunque oficialmente el corte de energía duró 35 minutos, en algunas zonas el fluido eléctrico tardó cerca de hora y media en restablecerse. Además, muchas de las estaciones afectadas seguían sin funcionar horas después del apagón.

Ken Livingstone calificó lo sucedido como una "deshonra" y explicó que se investigarían las causas de lo sucedido, pero que lo que quedaba claro es que es necesario una revisión del tendido eléctrico nacional. "Nunca hemos sufrido una situación como ésta antes, y no puede volver a pasar", explicó el alcalde londinense.