Los viejos hábitos de los medios británicos no mueren. Si pueden hincar el diente en una historia que combine los dos elementos, el sexo y la política, que proporcionan la receta perfecta para el escándalo, no dejarán que muera fácilmente. El protagonista en esta ocasión es el ministro de Exteriores, William Hague, quien creyó necesario emitir un comunicado en el que negaba ser homosexual, y en el que revelaba información tan íntima como que su mujer ha padecido "múltiples abortos naturales", el último de ellos este verano.

El comunicado no acalló a los medios, los serios y los sensacionalistas, que insistieron en el tema durante la rueda de prensa conjunta que Hague mantuvo ayer con su homólogo alemán, de visita en Londres.

Hasta el primer ministro, David Cameron, tuvo que manifestar que Hague goza "del 100% de su apoyo". Aun así, los medios prosiguieron bajo dos nuevos enfoques: cuestionando el juicio de Hague a la hora de controlar los primeros rumores y con el debate ético sobre la publicación de tales alegaciones.

El origen de esta historia radica en unas fotografías tomadas en agosto del 2009 en las que Hague aparece en compañía de un joven asesor suyo, Christopher Myers --quien dimitió a raíz de los rumores-- en actitud informal mientras dan un paseo. El dominical sensacionalista Mail on Sunday , de derechas, las publicó hace casi dos semanas. El artículo no se refería a su sexualidad --aunque sugería conclusiones en este terreno-- sino a la pertinencia o no de contratar a Myers. Hague ya dispone de otros dos asesores y Myers, de 25 años, tiene pocos conocimientos en política internacional.

COMPARTIR HABITACION Hasta entonces Myers se había centrado en la circunscripción electoral de Hague. Durante la campaña electoral ambos compartieron varias veces habitación de hotel, según una información publicada el martes por el bloguero de derechas Guido Fawkes y que dio pie a más conjeturas, por lo que Hague dijo que "ninguno de los dos lo habría hecho si hubiésemos pensado que implicaba algo diferente".

Los rumores sobre la sexualidad de Hague, de 49 años, no son nuevos. Algunos los fundamentan en el hecho de que no ha tenido hijos con su mujer, Ffion. De ahí que en el comunicado contase que, aunque lo han intentado, "tristemente esto ha sido más difícil para nosotros que para la mayoría". Y concluye diciendo que, a pesar de la "traumática experiencia, nuestro matrimonio es fuerte".

Las alegaciones han incomodado a Downing Street. Hague fue líder de los conservadores entre 1997 y el 2001; si bien no gozó de mucho respeto entonces por su juventud, su indumentaria y por haberse erigido bajo el tutelaje directo de Margaret Thatcher, es un político que hace gala de un gran ingenio y sentido del humor, por lo que se ha ganado el favor del público.