Los británicos han batido el triste récord de ser los ciudadanos más vigilados del mundo. Cámaras de vídeo, tarjetas de crédito, ordenadores, teléfonos móviles y abonos de transporte se han convertido en armas para controlar los pasos de cualquiera, en todo lugar y a cada momento.

La amenaza de vivir en el mundo del Gran hermano imaginado por George Orwell ya es una realidad, según el informe presentado ayer en Londres por un grupo de académicos. Red de estudios sobre la vigilancia advierte de que los sistemas de control, instalados en el marco de la lucha contra el terrorismo, están siendo utilizados para seguir "los movimientos y el comportamiento" de millones de personas. En el Reino Unido existen 4,2 millones de cámaras de circuito cerrado de televisión (CCTV), es decir una cámara por cada 14 personas. Solo en Londres hay medio millón, de manera que cada ciudadano es filmado a diario en 300 ocasiones.

El abono para viajar en metro y autobús, la llamada Oyster Card, registra los datos de cada viaje, información que ya ha sido utilizada por la policía en algunas investigaciones. Scotland Yard tiene en su poder los perfiles de ADN de 3,6 millones personas, incluido el de Tony Blair, que quiso dar ejemplo dejándose fichar esta semana. La policía también tiene las huellas dactilares de seis millones de ciudadanos. Otro material disponible son los listados de las llamadas de móvil, la ubicación geográfica del que habla por el aparato, las transacciones con la tarjeta de crédito, los datos del registro electoral, el historial en los centros de la sanidad pública y los contactos en internet.

El comisario de Información, Richard Thomas, a cargo de un organismo independiente sobre protección de datos personales, advierte de que en el futuro el control será mayor. "Cada vez se recopila, se comparte y se usa más información, y eso es una intrusión en nuestro espacio privado y lleva a decisiones que nos influyen directamente".

1.500 INMIGRANTES AL DIA También ayer la Oficina Nacional de Estadísticas dio a conocer el informe oficial sobre población, según el cual el Reino Unido recibió el pasado año más de medio millón de inmigrantes. El ritmo de los que entraron fue de 1.500 al día. El informe constata un destacado aumento de los inmigrantes polacos. Por el contrario, también hay cada día 1.000 personas que dejan el país.