La mayor ofensiva que EEUU ha lanzado contra la resistencia iraquí desde el final de la guerra ha dejado al menos 101 muertos --todos en las filas de los que el Pentágono denomina "núcleos armados leales a Sadam"-- y 74 detenidos. Ese es el saldo provisional de la operación Ataque a la península , iniciada el lunes con el fin de neutralizar a los antiguos integrantes de los fedayines y de la Guardia Republicana que, desde la caída de Bagdad, llevan a cabo una sangrienta campaña de acoso contra las tropas estadounidenses.

La reacción de los soldados ocupantes ha sido cruenta. El jueves, integrantes de la 101 División Aerotransportada atacaron un supuesto campo de entrenamiento de terroristas a 150 kilómetros al noroeste de la capital iraquí. En el ataque murieron 70 personas, entre ellas un número indeterminado de mercenarios árabes extranjeros, según indicó un portavoz estadounidense. En el campamento, dijo el portavoz, fueron hallados unos 80 misiles tierra-aire, una cantidad similar de lanza-granadas y rifles de asalto AK-47.

MORTEROS CONTRA BLINDADOS

En la misma región, cerca de la localidad de Balad, los tanques de la Cuarta División de Infantería que participan en la operación fueron atacados con morteros por un "grupo de asaltantes", según el Pentágono. "Los blindados respondieron a los disparos, matando a cuatro de los asaltantes y obligando a los demás a huir". Según el Mando Central, las tropas estadounidenses persiguieron a "los enemigos" y mataron a otros 23.

El recuento de la sangrienta operación no acaba ahí. En Duluiya, 60 kilómetros al norte de Bagdad, cuatro personas murieron durante una incursión de las tropas estadounidenses en la localidad. Según fuentes locales, los militares iban en busca de Alí, el químico , el responsable de la matanza de más de 5.000 kurdos en Halabja, en 1988, y del que en un principio se dijo que había fallecido en un bombardeo.

En la vasta operación también fueron detenidos, según el Pentágono, "74 presuntos miembros de Al Qaeda" cerca de Kirkuk, en el norte. Más de 4.000 soldados participan en la ofensiva, que apunta a los focos de resistencia en el norte y el oeste.

ATAQUE AL PETROLEO

Fue precisamente cerca de Kirkuk donde la resistencia iraquí puso de manifiesto su intención de atacar a las fuerzas ocupantes por otro flanco: el del petróleo. Los habitantes de la localidad de Majul, en el norte, denunciaron que un grupo de iraquís incendió con granadas el oleoducto que sirve para transportar el petróleo de los pozos de Kirkuk hasta Ceyan, en el Mediterráneo turco. Los atacantes escogieron un blanco estratégico: este oleoducto es la principal vía de salida del crudo iraquí a los mercados internacionales, y el volumen es significativamente superior al que se exporta desde Basora, en el sur.