A las ocho de la mañana, el sol todavía no abrasa en la provincia de Diwaniya. Aprovechando ese intervalo de tiempo de dos horas que transcurre entre las primeras luces del día y las 10 de la mañana, en las que el viento aún no quema el rostro y la luz no es cegadora, el mercado se instala en Al Hamza, a unos 20 kilómetros al sur de la capital provincial, Diwaniya. Carne de cordero y pescado de río son los principales productos a la venta. Nada fuera de lo habitual en una zona rural de Irak, sino fuera porque a lo lejos, junto a unas vías de tren abandonadas, en una zona apartada, las mujeres no osan adentrarse y son los hombres los que dominan este rincón.

Estamos en el mercado de armas de Al Hamza. Aquí, adquirir un arma a los rateros locales, probablemente con el visto bueno de las autoridades, es tan simple como un juego de niños. Como en todo mercadillo árabe, es el regateo entre comprador y vendedor el que se encarga de fijar el coste final del producto, pero los precios de salida de las armas son ridículos si se comparan con lo que cuesta hoy en día en Irak una botella de agua o un kilo de carne. Por 3.000 dinares --2 dólares (1,8 euros o 300 pesetas)-- se puede adquirir una granada de mano. El precio de un fusil de asalto kalashnikov ronda los 150.000 dinares (100 dólares), y el de una pistola 350.000 dinares (225 dólares).

ARMAS PESADAS

La cosa no acaba ahí. Por la tarde, después de las seis, el mercado de armas vuelve a ponerse en funcionamiento hasta las ocho. Ya no se trata de armas ligeras, sino de lanzamisiles de fabricación rusa, que cuestan el equivalente a unos 72 euros.

Cuesta creer que la policía local, que registra todo vehículo que entra en Al Hamza en busca de armas, no se haya apercibido de este tráfico ilegal que sucede ante sus propias narices. Al Hamza es el feudo del gobernador de Diwaniya, el contestado Hazim Kasam Al Shalami y el lugar a donde se ha retirado. Su casa está a menos de cinco minutos del mercado de armas.

Una de las prioridades de las tropas españolas en Diwaniya es acabar con el mercadeo de armas en la región. El pasado día cuatro de septiembre, la Brigada Plus Ultra anunció que tropas españolas habían participado en una operación con la policía local para desarticular una red de tráfico de armas en Ash Shinafiyah, a 40 kilómetros al suroeste de Diwaniya. Pero más cerca de Base España, a menos de 20 kilómetros, la compraventa de armas continúa.