LA CRISIS

Hugo Chávez planteó con urgencia el referendo, acuciado por la mengua del flujo de petrodólares con los que alimenta su revolución bolivariana. Con una enorme dependencia de las importaciones (más de 30.000 millones de euros en el 2008) y una inflación galopante (que supera el 30%), Venezuela empieza a sufrir la bajada del precio del petróleo, que repercute en los planes sociales.

LA INSEGURIDAD

Tras su victoria en las urnas, el presidente venezolano declaró la "batalla contra la inseguridad", con lo que reconoció que ese es el problema que más preocupa a la sociedad. A lo largo de los 10 años de Gobierno chavista, la cifra de asesinatos se ha triplicado y ronda los 15.000 al año: una tasa que sobrepasa los 50 homicidios por cada 100.000 habitantes. Más del 80% de muertes violentas se registran en los barrios pobres de la capital, lo que convierte a Caracas en la ciudad más peligrosa del mundo.

LA GESTION

En medio de la euforia, el presidente Chávez enumeró los defectos de su Gobierno y pidió a los funcionarios del Estado la "revisión, rectificación y reimpulso del proceso revolucionario" para "lograr el más alto grado de eficacia en la gestión pública". El gobernante venezolano exigió, además, una frontal "lucha contra la corrupción, el despilfarro y la ineficiencia".