Hace unos meses que lo anunciaron como una de sus medidas estrella. En las islas griegas, la propuesta, sin embargo, creaba dudas porque se veía como algo difícil de poner en funcionamiento. Pero parece que será una realidad: el Gobierno griego ha afirmado este lunes que en marzo empezará la construcción de varios Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE) en las las islas cercanas a Turquía, que reciben a refugiados y migrantes de forma diaria (60.000 en el 2019).

"Aquellos que se queden en estos centros cerrados tendrán derecho a salidas controladas con una tarjeta y por un tiempo limitado. Las estructuras permanecerán cerradas por la noche", ha dicho el portavoz del Ejecutivo de Atenas, Stelios Petsas.

Estos nuevos campos, que se establecerán en las islas de Lesbos, Samos, Chios, Kos y Leros, sustituirán a los actuales, abiertos y donde los refugiados que los habitan tienen absoluta libertad de movimientos.

La construcción de estos centros cerrados supondrá un cambio enorme: en la actualidad, en las islas griegas hay 36.000 solicitantes de asilo, 20.000 de los cuales en el campo de Moria, donde el hambre, la insalubridad y la violencia descontrolada -la policía no entra en la zona de las tiendas de campaña- causa estragos y enfermedades en sus habitantes, a los que se les obliga, en muchas ocasiones, a vivir allí durante meses o años.

Los CIE, según ha dicho el Gobierno este lunes, tendrán capacidad, en total, para unas 20.000 personas, muchas menos que el número de refugiados que ahora mismo habita en las islas griegas. Esta diferencia, espera el Ejecutivo, se solventará con las deportaciones.

"200 A LA SEMANA"

"Queremos aumentar los retornos a Turquía y alcanzar alrededor de 200 deportaciones por semana", ha dicho Notis Mitarachi, ministro de Migración. Sería un cambio brutal: en todo el 2018, Grecia deportó a Turquía un total de 391 solicitantes de asilo.

Estas medidas -junto con la promesa de construir una valla marítima en la costa norte de Lesbos- han creado pánico en los campos actuales de refugiados: los migrantes, la semana pasada, organizaron varias manifestaciones, una de las cuales fue reprimida por la policía de forma muy violenta. Pero Grecia, que ahora empieza a salir de una crisis económica que ha durado 10 años, ha dicho basta.