El Estado Islámico de Irak, una enmarañada alianza de grupos sunís vinculada a la rama iraquí de Al Qaeda, se responsabilizó ayer del atentado suicida del jueves en el Parlamento. "Un héroe ... con un cinturón de explosivos ... se infiltró en los cuarteles de las ratas del Parlamento infiel y se inmoló en medio de una congregación de apóstatas e infieles", se afirma en el texto, difundido por internet. "Legislar es un derecho inalienable de Dios. Todo aquél que se lo dispute es un apóstata. Los diputados solo merecen la muerte", se añade. Se trata del mismo grupo terrorista que se atribuyó el ataque durante la visita a Bagdad del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

El número de víctimas de la explosión en la cafetería de la Cámara sigue sin conocerse a ciencia cierta. Fuentes militares estadounidenses, que el jueves habían hablado de ocho muertos, solo confirmaban ayer un fallecido y 22 heridos, de los que 14 ya habían abandonado el hospital. Fuentes de las fuerzas de seguridad iraquís, en cambio, aseguraban que murieron tres personas, "un diputado y dos cuerpos no identificables". E incluso fuentes parlamentarias mantenían la cifra de ocho muertos: el diputado, cuatro empleados de la cafetería y tres miembros de la seguridad. Tres trabajadores de la cafetería fueron detenidos ayer por su supuesta relación con el atentado.

HOMENAJE El único fallecido confirmado oficialmente es el diputado Mohamed Auad, del partido suní Diálogo Nacional, quien fue homenajeado por la Cámara en una sesión extraordinaria celebrada ayer para condenar el atentado y "desafiar al terrorismo", en palabras del presidente del Parlamento, el también suní Mahmud al Mashhadani. Solo unos 50 de los 275 parlamentarios asistieron a la sesión, cuyo inicio tuvo que retrasarse porque las reforzadas medidas de seguridad complicaron el acceso de los diputados. Al menos 40 de ellos quedaron bloqueados en el exterior del edificio. El toque de queda y el hecho de que fuera viernes, día festivo para los musulmanes, no ayudaron.

Mashhadani aseguró que el ataque "no impedirá que el pueblo iraquí continúe su marcha democrática y su proceso político". "Hoy nos sentimos más fuertes que ayer mostrando nuestra unidad y nuestra solidaridad", añadió. Pero otros miembros de la Cámara cuestionaron la actitud del Gobierno chií frente a la violencia sectaria: "Lo que necesitamos son decisiones para alcanzar la reconciliación nacional con el objetivo de que todos sintamos que somos parte real de esta patria", afirmó el diputado suní Zafer al Ani.

Un portavoz militar estadounidense admitió ayer que la Zona Verde de Bagdad, como se ha comprobado, no es tan inexpugnable como se suponía.