Grupos de insurgentes iraquíes han elaborado ya detallados planes para secuestrar al príncipe Enrique, tercero en la línea de sucesión al trono británico, cuando llegue a Irak con su regimiento el mes próximo, informa hoy "The Observer".

De acuerdo con el rotativo, algunas de las facciones paramilitares más activas en el sur de Irak, donde opera el Ejército británico, podrían haber colocado informantes en los barracones para controlar los movimientos del miembro de la Familia Real.

Los líderes insurgentes afirman, según el dominical, que han repartido a grupos rebeldes fotografías de Enrique obtenidas de internet.

Según lo que ha podido saber el periódico, las milicias chiíes han movilizado a francotiradores, mientras que los suníes planean secuestrar al príncipe para pedir la retirada de las tropas y la liberación de presos iraquíes a cambio de su puesta en libertad.

Un portavoz del ministerio de Defensa reconoció al periódico que "nunca se ha ocultado el hecho" de que "los malos saben que Enrique va a Irak" y le van a considerar "una cabellera de categoría".

Pese a la amenaza, los mandos militares mantienen su decisión de enviar al joven al frente durante un semestre con su regimiento de los Blues and Royals, incluso a la volátil provincia de Maysan, donde últimamente se han registrado numerosas bajas.

"The Observer" precisa que Enrique, que siempre manifestó su voluntad de servir en el campo de batalla, será jefe de tropa y tendrá a once soldados a sus órdenes.

Hasta ahora, 140 soldados británicos han muerto en Irak, sobre todo en la provincia de Basora, donde se concentra el grueso de las tropas del Reino Unido.