En torno a la mitad de los seis millones de electores de Guatemala acudieron ayer a las urnas para elegir presidente por tercera vez desde el fin de la guerra civil, además de los 158 diputados del Parlamento y los miembros de los 332 ayuntamientos de un país marcado por la pobreza y la violencia. Las últimas encuestas señalaban que ninguno de los 14 candidatos presidenciales iba a obtener el necesario 50% de los votos, y que el socialdemócrata Alvaro Colom y el derechista general retirado Otto Pérez protagonizarán una segunda vuelta electoral, el 4 de noviembre. Esto prolongará otros dos meses una campaña ya manchada por el asesinato de medio centenar de políticos y activistas.