La guerra vuelve a matar a niños en Irak. Un total de 11 menores han perdido la vida en las últimas 48 horas en dos acciones armadas. La más mortífera se registró la noche del jueves, con un ataque aéreo del Ejército de EEUU en el noroeste del país. La bombas lanzadas por helicópteros acabaron con la vida de nueve menores y de seis mujeres.

Ayer, un suicida hizo estallar los explosivos que ocultaba en un carrito repleto de dulces y juguetes en un parque infantil de la localidad de Tuz Jurmato, al norte de la capital. La fuerte explosión mató a dos niños y 17 resultaron heridos.

El ataque estadounidense se produjo junto al lago Tharthar, situado a unos 100 kilómetros de Bagdad. En un comunicado hecho público ayer, el alto mando norteamericano reconoció la muerte de los 15 civiles en una operación destinada a liquidar a varios líderes de Al Qaeda. Según esta versión, el espionaje militar había detectado en la zona una reunión de cabecillas de la organización terrorista. En un primer ataque, dice el comunicado, murieron cuatro presuntos insurgentes. El resto huyeron a otra posición más al sur y se atrincheraron en un edificio desde donde dispararon a unidades terrestres. Fue en el segundo ataque aéreo donde fallecieron los civiles junto a 15 supuestos militantes de Al Qaeda.

Tras "lamentar la muerte de civiles", el Ejército de EEUU prometió indemnizar a los familiares de las víctimas y se comprometió a abrir una investigación para esclarecer lo ocurrido. "La política de las fuerzas de la coalición es tomar las precauciones para proteger a los civiles inocentes y neutralizar a los elementos hostiles", dice el comunicado militar estadounidense.

Ayer, gran parte de la comunidad musulmana del mundo celebró al Eid al Fitr, el final del Ramadán, y el Gobierno iraquí no se pronunció sobre este nuevo incidente. Sí lo hizo el Consejo de Ulemas, la máxima autoridad religiosa de la comunidad suní, que en un comunicado pidió a toda la población de Irak que se una para exigir "la retirada de las tropas de ocupación" del país árabe.

SUICIDA HERIDO Los dos niños que murieron en el atentado de Tuz Jurmato tenían 10 y 12 años. Estaban jugando en un área infantil de esta localidad de población mayoritariamente chií, situada muy cerca de Kirkuk. Todos los heridos son menores de 18 años. El suicida logró sobrevivir. En Bagdad, un coche bomba estalló al paso de una patrulla policial. Mató a cuatro personas y dejó 15 heridos.

Por otra parte, las investigaciones que lleva a cabo el Ejército de EEUU sobre la muerte de 17 iraquís por disparos de agentes de la empresa privada de seguridad estadounidense Blackwater apuntan a que dichos agentes no habían sido atacados, según informó ayer la CNN.