Si fuese cierto que el 14 de marzo es la fecha límite para iniciar los ataques contra Irak con la máxima eficacia militar, la intención de EEUU de conseguir una nueva resolución de Naciones Unidas se presenta muy difícil.

Una nueva resolución sólo tiene sentido para cobijar esta guerra bajo el manto de la ONU. Por eso Francia la rechaza. Gracias a su posición contraria a la guerra, Chirac está obteniendo unos réditos inimaginables hace pocos meses. Nada hace pensar que modificará la estrategia, y menos a tan corto plazo. Si Francia no se mueve, Alemania y el resto de países, hasta ahora contrarios, también lo tienen más fácil. Las masivas movilizaciones contra la guerra son demasiado recientes como para que los gobiernos contrarios al ataque den ahora cobertura a la guerra.El pulso entre Estados Unidos y la vieja Europa se acabará sólo si el día 1 de marzo el informe de

Blix aporta lo que hasta ahora no ha aportado: evidencias flagrantes contra Irak. Todo es posible.