Al menos 30 personas resultaron heridas en la madrugada de ayer al estallar una bomba en un restaurante de uno de los principales hoteles de Bogotá, horas después de que sendos paquetes con explosivos hirieran a un senador y a un piloto. Estos tres atentados en un día fueron los últimos de una semana de violencia que ha disparado el temor en el país. El Gobierno ha responsabilizado a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de la escalada y ha acusado a la guerrilla de tener apoyo del Ejército Revolucionario Irlandés (IRA) y de ETA.

UN MALETIN Y DOS LIBROS

Un maletín con explosivos en el restaurante de la trigésima planta del hotel Tequendama de Bogotá causó 30 heridos, tres de ellos graves. Cuatro horas antes, el senador liberal Germán Vargas Lleras, próximo al presidente Alvaro Uribe, sufrió heridas en una mano y un brazo al manipular un libro bomba enviado a su despacho del edificio del Congreso. Otro libro bomba hirió por la mañana a un piloto.

Estos atentados se inscriben en la escalada de violencia que comenzó el lunes, con la explosión de un coche bomba en un párking de un centro comercial de Bogotá, que hirió a 23 personas. El miércoles fueron interceptados tres coches bomba teledirigidos sin chófer, cargados de dinamita. La confiscación de dos toneladas de explosivos en 50 registros y la detención de 10 personas, según la policía, permitieron abortar un atentado contra Uribe en un hotel.

APOYO DEL IRA Y DE ETA

"El Gobierno ha tenido evidencias de que las FARC están detrás de estos atentados", declaró el presidente colombiano a los periodistas al salir de la clínica donde fue intervenido quirúrgicamente Vargas Lleras. El jefe del Estado subrayó que "se sabe" que las FARC están recibiendo "el apoyo de organizaciones terroristas internacionales", entre las que citó al IRA y a ETA.