KARINA , acusada por Colombia de participar en tres masacres en las que 56 personas fueron asesinadas entre 1994 y 1996; de encabezar decenas de operaciones de extorsión y rapto en dos provincias del oeste del país en los 90; de hacer prósperos los campos de cultivo de coca de los que dependen gran parte de las finanzas de las FARC, se entregó el domingo presionada por el Ejército y su hija.