El gran perdedor de las elecciones austriacas fue Jörg Haider. El ultraderechista, después de ser abandonado por dirigentes todavía más extremistas de su antiguo partido, el FP , ha quedado fuera de la política federal y confinado a la región de Carintia, donde el Partido Socialdemócrata ha logrado el liderazgo. Según los sondeos, Haider obtendrá allí un escaño para su nuevo partido, el BZOe. Es difícil que el político radical vuelva a jugar un papel determinante a nivel nacional como el que tuvo cuando accedió al poder en el 2000 de la mano de los populares.