Los haitianos siguen pasando la noche al raso en los parques de Puerto Príncipe, temerosos de nuevas réplicas del terremoto del pasado martes por la noche y sin que de momento se perciba una operación organizada de rescate de víctimas y superviviventes.

Las autoridades temen que el seísmo, de 7,3 grados en la escala de Richter y cuyo epicentro estaba a apenas 15 kilómetros al suroeste de la capital, haya causado decenas de miles de muertos.

La ciudad se ha llenado de cadáveres, algunos atrapados entre los escombros, otros tendidos en las calles y otros remolcados en cambiones. Los vecinos de la ciudad intentan recatar a las personas atrapadas, ya que, de momento, no se percibe ninguna operación organizada para rescatar a las personas que siguen atrapadas entre los escombros o para recuperar los cadáveres, y los médicos de Haití, uno de los países más pobres del hemisferio occidental, están escasamente equipados para tratar a los heridos.

Los supervivientes tienen miedo a regresar a sus misérrimas viviendas y prefieren dormir en los parques, donde las mujeres entonan cantos religiosos tradicionales y rezan por sus muertos. "Está muriendo demasiada gente, necesitamos la ayuda internacional, no hay servicios de emergencias, ni alimentos, ni teléfono, ni agua, no tenemos nada", declaró un joven a los periodistas.

El presidente del país, Rene Preval, declaró ayer miércoles a la CNN que el terremoto ha podido causar decenas de miles de muertos. "No lo sé, me han dicho que 50.000, que 30.000". El primer ministro, Jean-Max Bellarive, se atrevió anoche a cifrar en más de 100.000 el número de víctimas mortales.

Según la página de Internet local Haiti Press Network, "la ciudad está muerta y una parte de Haití ha quedado destruida". "Las escuelas se han hundido, cientos de estudiantes están atrapados entre los escombros, se han derrumbado la catedral de Puerto Príncipe, el Palacio Presidencial, las oficinas del Estado".

Asimismo, la emisora local Radio Kiskeya afirmó que "los cadáveres cubren las calles y las morgues no dan abasto para aceptarlos". "Los problemas graves de insalubridad parecen inevitables. Radio Kiskeya también destacó que el terremoto no ha diferenciado por "sexo, edad y condición" y ha causado la muerte o la desaparición de "decenas de personalidades", lo cual ha dejado al país "en un estado de casi vacío en la toma de decisiones".

Al respecto, recordó que entre los muertos o desaparecidos figuran el jefe de la misión de la ONU (MINUSTAH), Hedi Anabi; su 'número dos', Luis Dacosta; el arzobispo de la ciudad, Serge Miot; el decano del Tribunal Civil, el juez Roc Cadet; dos senadores y dos directores generales, entre otros.