Dos cadáveres desmembrados fueron hallados en la norteña ciudad mexicana de Saltillo este miércoles, uno de los cuales es el del fotógrafo Daniel Alejandro Martínez, del diario La Vanguardia, informó hoy este rotativo regional.

Los cuerpos de Martínez, de 22 años, y de Julián Alejandro Zamora Gracia, de 23, carecían de identificación y fueron señalados por la fiscalía estatal como "miembros del crimen organizado", según el diario, que acusó a las autoridades de interpretar "irresponsablemente" unos carteles dejados junto a los cadáveres.

El periódico de Saltillo, capital de Coahuila, informó de que Martínez se había incorporado como fotógrafo a La Vanguardia solo un mes antes y que el martes había pisado por última vez la redacción.

Sin embargo, ese misma día no se presentó a los actos que debía cubrir, por lo que personal de la empresa trató, infructuosamente, de localizarlo con familiares y amigos, añadió en una nota.

Las autoridades indicaron que el cartel aparecido en el lugar hacía "alusión directa" a que las víctimas habían desertado del crimen organizado, pero no mencionaron que el doble asesinato era un mensaje para los ciudadanos de Coahuila, señalando directamente a cuerpos policiales del estado, agregó La Vanguardia.

El diario destacó que en muchas ocasiones los asesinos dejan carteles similares junto a las víctimas, y que la fiscalía siempre ha pedido a los medios de comunicación "no publicar los contenidos textuales, (y) mucho menos hacer interpretaciones".

Es "triste y alarmante que Coahuila se convierta en un estado en el que la autoridad condene a personas asesinadas, convirtiéndolas en delincuentes, sin que para esto ofrezca el mínimo de pruebas o argumentos", añadió.

La Vanguardia pidió a las autoridades "una investigación a fondo" que permita llevar a los responsables ante la justicia y aclarar si los crímenes están vinculados con el ejercicio periodístico.

Además, lamentó "el salvajismo de la violencia que hoy golpea a México y la capacidad de respuesta mostrada hasta ahora por el Gobierno estatal".

México, que vive una ola de violencia que en los últimos seis años ha causado más de 70.000 muertos, es uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, con cerca de ochenta comunicadores asesinados desde el año 2000.