El grupo islamista Hamás y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbás, alias Abú Mazen , coincidieron ayer en pedir a la comunidad internacional que no retire las ayudas económicas que recibe el pueblo palestino. La petición se hizo horas antes de que el Cuarteto de Madrid (la ONU, EEUU, la UE y Rusia) se reuniera en Londres para analizar la situación tras el inesperado vuelco electoral en los territorios ocupados.

La de ayer fue la primera vez que Hamás apeló directamente a Occidente a continuar enviando la multimillonaria cifra con la que sostiene a la ANP. Ismail Haniya, el número uno de la lista electoral y una de las caras más moderadas del movimiento, abandonó la retórica desafiante que Hamás había mantenido hasta ahora y exhortó a los donantes internacionales a "continuar con la ayuda espiritual y financiera". Haniya instó al Cuarteto a que "abra un diálogo sincero y sin condiciones previas" y a que no continúe con demandas --el abandono de la lucha armada y el reconocimiento de Israel por el grupo islamista-- que, según él, "aumentan el sufrimiento de un pueblo que busca su libertad, el retorno de los refugiados y la independencia".

FORMACION DE GOBIERNO En Ramala, Abú Mazen anunció que en los próximos días viajará a Gaza para reunirse con Hamás para formar Gobierno y que no piensa dimitir. El presidente consideró que el mantenimiento de la ayuda es "vital para construir un Estado palestino pacífico junto a Israel". A su lado, la cancillera alemana, Angela Merkel, una de las principales defensoras dentro de la UE de suspender la ayuda, insistió: El apoyo económico depende de que Hamás abandone "el terrorismo" y reconozca a Israel. En la misma línea está EEUU, como ayer recordaron el presidente, George Bush, y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice. "Hamás ha dicho muy claro que no apoya el derecho de Israel a existir, y yo digo muy claro que mientras ésa sea su política, no apoyaremos a un Gobierno palestino formado por Hamás", dijo Bush.

Israel también lo tiene muy claro, aunque su aportación económica a la ANP no son ayudas, sino dinero que pertenece a los palestinos. El Gobierno de Ehud Olmert ha decidido congelar una transferencia de 36 millones de euros que debía efectuarse esta semana en concepto de tasas de aduanas de productos destinados a los territorios ocupados y el IVA que recauda de trabajadores palestinos. La decisión es política, ya que el Ministerio de Defensa y el servicio secreto recomendaron el pago para evitar el colapso de la ANP.

ARABIA SAUDI E IRAN Esta es la otra cara de esta amenaza financiera: las consecuencias que tendría retirar la ayuda para la ya de por sí castigada población palestina. Es obvio --lo admitió el mismo Bush-- que uno de los motivos de la victoria de Hamás es la pobreza en los territorios ocupados. No parece sensato echar más leña al fuego y obligar al movimiento islamista a buscar la supervivencia económica de la ANP en otros países --Irán y Arabia Saudí son candidatos lógicos-- que no contribuirían a moderar su postura.

SOSTEN ECONOMICO La UE apostó por fortalecer el papel del presidente de la ANP como el interlocutor privilegiado de la comunidad internacional. Esta declaración de la UE, que el Cuarteto tenía previsto asumir anoche, urge "a Hamás y a todas las otras facciones a desarmarse, a renunciar a la violencia y a reconocer a Israel". La UE, el principal sostén económico de la ANP, condicionó la ayuda a que el Gobierno palestino acepte la negociación con Israel, pero sin fijar plazos para que Hamás modifique sus planteamientos violentos.