De nada sirvieron las peticiones de clemencia por parte de Amnistía Internacional y de las organizaciones de derechos humanos palestinas. Dos palestinos fueron ejecutados ayer en Gaza por un pelotón de fusilamiento después de haber sido condenados a muerte por un tribunal militar acusados de colaborar con Israel. Esta es la primera ejecución formal que aprueba el Gobierno de Hamás en la franja desde que llegó al poder hace cuatro años. Pero ha habido otras muertes de informadores. Al menos una treintena fueron ajusticiados sin que se celebrara juicio previo durante y después de la ofensiva militar israelí en Gaza del 2009.

Los islamistas no han tenido ningún tipo de piedad. Ya lo había avisado su ministro del Interior. El miércoles pasado por la noche los dos reos (de 34 y 35 años) llamaron a sus familias para avisarles de que iban a ser trasladados a otra prisión y podían visitarles. Sus parientes acudieron a verlos, pero sin saber que esa sería la última vez que los verían.

PELOTON DE FUSILAMIENTO Horas más tarde, las familias recibieron una llamada de Ministerio del Interior para informarles de que habían sido ejecutados por un pelotón de fusilamiento y para pedirles que acudieran al hospital a identificar los cuerpos de los fallecidos.

Los asesinatos de colaboracionistas fueron una constante durante la segunda intifada, pero hacía varios años que no se autorizaba la pena capital. El poder legal para aprobarla recae en el presidente palestino, Mahmud Abbás, aunque Hamás no reconoce su autoridad desde que expirara su mandato.

Tan solo durante el año pasado el tribunal militar de la franja de Gaza condenó a muerte a un total de 14 personas. Las oenegés advierten de que en ninguno de los casos los acusados tuvieron derecho a ser sometidos a un juicio justo.