Los dos coches se detuvieron a la puerta de la mezquita Al Mahata de Gaza, y del más modesto de ellos surgió el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Ismail Haniya, desafiante y recién salido del escondite donde se oculta de la amenaza de muerte israelí. En su primera aparición pública desde el inicio de la crisis, Haniya eligió un viernes de rezo y una mezquita para acusar a Israel de sabotear con su ofensiva contra Hamás las negociaciones en las que media Egipto para liberar al soldado secuestrado, y prometió que la ofensiva contra el movimiento islamista no hará caer al Gobierno.

Con el ruido de fondo de la artillería israelí --600 proyectiles disparados en 24 horas-- y rodeado por un gran despliegue de milicianos islamistas fuertemente armados, Haniya afirmó que la intención israelí no es "liberar al soldado, sino derrocar al Gobierno palestino". En un tono muy irritado, el primer ministro advirtió a Israel de que, a pesar de las detenciones de sus ministros y diputados y de la ofensiva militar en Gaza, "la bandera de Hamás nunca será arriada" y que su Gobierno "continúa trabajando con los egipcios para encontrar una solución adecuada".

MUBARAK EN PERSONA Esta "solución adecuada" para Hamás, que el presidente egipcio en persona, Hosni Mubarak, está negociando telefónicamente con palestinos, sirios e israelís, consiste en liberar al soldado a cambio de la excarcelación de presos palestinos, el fin de la ofensiva israelí en Gaza y un alto el fuego mutuo de un mes por el que el Estado hebreo detendría sus ataques a activistas y las facciones armadas, el lanzamiento de cohetes Qasam.

Y es que las dificultades de las negociaciones estriban en gran medida en que Israel no quiere dar la impresión de que está hablando con Hamás, a quien considera un grupo terrorista, aunque sea a través de terceras partes. Por eso, a pesar de que la operación terrestre en Gaza se suspendió para dar "una oportunidad a la diplomacia", ningún portavoz admite abiertamente una negociación.

A LA LIBANESA Según el diario israelí Haaretz , el primer ministro, Ehud Olmert, ha admitido en círculos reducidos que Israel está dispuesto a liberar a los diputados y ministros de Hamás arrestados el jueves a cambio del rehén. Esta sería una fórmula que encontraría obstáculos legales --el fiscal general se opone--, pero que Israel ha utilizado en varias ocasiones en el pasado.

Según la prensa árabe, las negociaciones son muy difíciles, lo que llevó a Mubarak a declarar que "Israel torpedea el diálogo". Mohamed Nazal, dirigente de Hamás en el Líbano, afirmó que "Israel negocia con un solo objetivo: ganar tiempo para que sus servicios de espionaje localicen al soldado e intentar una operación de rescate". Los bombardeos sobre Gaza no cesaron ayer, y se saldaron con la muerte de un miembro de la Yihad Islámica.