A punto de jubilarse, y después de mucho aguantar, el jefe de los inspectores de desarme de la ONU, Hans Blix, ha hablado en plata. "Son unos bastardos", dijo el diplomático sueco. Con este calificativo, Blix se refirió, en una entrevista publicada ayer por el The Guardian , a miembros del Gobierno de EEUU, que durante más de tres años lanzaron calumnias personales contra él con el fin de minar su credibilidad y su labor en Irak.

En inglés, Blix utilizó el término bastards , que sólo literalmente, y en otro contexto, significa "bastardos", y que como insulto --indudablemente, la intención del inspector--, también puede traducirse como "hijos de puta", de acuerdo con el diccionario de la Oxford University Press.