En Kiryat Shmona, la ciudad del norte de Israel donde suelen impactar los cohetes de la guerrilla libanesa Hezbolá, las máscaras antigás forman parte del paisaje cotidiano. En Metullah, la última localidad israelí antes de la frontera con el Líbano --irónicamente llamada La buena valla --, la población mira con atención a lo que ocurre a apenas 100 metros, la distancia que la separa del Líbano. Y es que Hezbolá ha reforzado su presencia en la frontera con el despliegue de misiles Katyusha para "defenderse" de un posible ataque israelí.

Gráficamente, un oficial del Ejército israelí dijo que la situación en la frontera es "como si hubiera gasolina derramada a la espera de que alguien encienda una cerilla". El incendio alcanzaría de lleno a Metullah, un pueblo de unos 1.200 habitantes que en la guerra de 1991 fue destino para los habitantes de la zona de Tel-Aviv que huían de los ataques con Scud de Irak. "Ahora no ha venido nadie a causa de las noticias sobre Hezbolá. En el pueblo la gente está encerrada en sus casas, viendo la televisión", decía ayer Yosi, un cocinero que acaba de comprar un restaurante en el coqueto pueblo.

CUARTEL MILITAR

El local de Yosi se encuentra a unos metros del cuartel del Ejército que sirve de base para las patrullas que vigilan la frontera. "Hasta ahora Hezbolá sólo dispara contra aviones", explicó Yosi, excombatiente de la Brigada Golani del Tahsal, quien, tal vez desde su experiencia militar, está muy tranquilo: "Hezbolá sabe que somos muy fuertes".

El Partido de Dios ha admitido que ha reforzado su presencia en la frontera con el despliegue de misiles tierra-tierra Fajr y el diario libanés A Safir, afín a la guerrilla, ha informado de la instalación de baterías de cohetes Katyusha. El secretario general de la organización shií, Hassan Nasrallah, ha aclarado que este despliegue es "defensivo" para estar preparados en caso de que Israel aproveche la guerra en Irak para reabrir el frente del norte. Pero Israel sostiene que este armamento podría alcanzar a Galilea, el Golán, el valle de Jezreel y la bahía de Haifa.

La desconfianza es mutua. El ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, ha expresado su temor a que Hezbolá ataque Israel durante la guerra en Irak.

EN ALERTA

"Todos estamos alerta", resume la situación Hassan Ezzeddine, portavoz de Hezbolá, quien añade: "El despliegue es defensivo, depende de Israel atacar primero".

La posición israelí es ambivalente. Oficialmente niega que pretenda abrir el frente del norte. Sin embargo, en las últimas semanas algún portavoz veía "probable" un ataque israelí. Y es que muchos militares opinan que si el Líbano y EEUU no logran el desarme de Hezbolá, Israel no tendrá más remedio que acabar con esa "amenaza". A todo ello se le añaden informes israelís que hablan de un nivel de cooperación "sin precedentes" entre Hezbolá y los ejércitos sirio y libanés.

Shlomo, que trabaja en una gasolinera de Kiryat Shmona, resumía: "Si la guerra de Irak se alarga, puede haber problemas".