Os he escuchado y, en este proceso, he encontrado mi propia voz". Esta frase del discurso de victoria de Hillary Clinton el martes por la noche en Nuevo Hampshire simboliza lo que estas primarias han supuesto para la exprimera dama, que en apenas cinco días --los que van del caucus de Iowa a la cita en Nuevo Hamp-shire-- pasó de favorita indiscutible a cadáver político para resucitar como una nueva Hillary, más cercana, más humana. Su inesperada victoria en la segunda cita electoral (39% de los votos frente al 36% de su principal rival), combinada con la de Barack Obama en Iowa, da lugar a una apasionante, incierta y abierta carrera presidencial demócrata.

Analizados al detalle los votos, la clave de la victoria de Clinton contra lo que indicaban las encuestas y los analistas han sido las mujeres, que mayoritariamente votaron por ella en un estado donde suman más de la mitad del electorado. En Iowa, en cambio, esta franja del electorado optó por Obama. Otras claves fueron que, en unas elecciones con récord de participación, los votantes registrados como demócratas se inclinaron por la experiencia de la exprimera dama, mientras que los independientes y los jóvenes apoyaron a Obama y su fresco discurso.

HABLAR DE SI MISMA Los analistas subrayaban ayer el cambio de estrategia de la senadora, que en los últimos días de campaña empezó a aceptar preguntas y a hablar de sí misma, a dulcificar su perfil. El momento álgido fue cuando el lunes rompió a llorar. "Sé que ese momento ha contribuido al apoyo de las mujeres, pero no puedo probarlo", declaró Ann Lewis, asesora de Clinton. En contra de Obama también jugó que muchos independientes (que pueden elegir en la primaria a qué partido votan) decidieron dar su apoyo a John McCain en la carrera republicana, probablemente (a pesar de las advertencias del propio Obama) porque pensaban que la victoria del senador por Illinois estaba garantizada, a tenor de lo que decían las encuestas.

Sea cual sea el motivo, Clinton ha frenado la obamamanía . La consecuencia de ello es que se abre una nueva carrera en el Partido Demócrata sin favorito, con dos candidatos muy fuertes y dos campañas bien engrasadas. Las próximas citas son Nevada (con fuerte presencia latina) y Carolina del Sur (de mayoría negra), a la espera del momento en que realmente se decidirá la carrera: el martes 5 de febrero, el supermartes , cuando se celebrarán primarias en 22 estados.

Para Clinton, ha llegado el momento de profundizar en esa "nueva voz" que afirmó haber encontrado en Nuevo Hampshire. Habrá cambios en su equipo, aunque probablemente no tan radicales como los augurados si las encuestas hubieran acertado, y más ataques contra la inexperiencia de Obama. Para el senador por Illinois, es una cuestión de expectativas. Antes de Iowa, este hubiera sido un gran resultado. Ahora, no puede evitarse una sensación agridulce.

PROPAGANDA La primera consecuencia para Obama es que algunos pesos pesados demócratas de los estados en liza que valoraban apoyarle en plena obamamanía se reservarán su opinión. También tendrá que resistir propaganda negativa de Clinton y críticas de los medios, que se afanarán en explicar por qué fallaron en su cobertura de Nuevo Hampshire.