La sombra de Irán planea más que nunca sobre los países de Oriente Próximo. La última guerra entre Hizbulá e Israel no ha hecho más que reforzar la presencia en la región del régimen chií de Teherán, que tiene una fuerte influencia en Irak y en el Líbano. Algo que no solo saca de sus casillas a EEUU sino, sobre todo, a los grandes aliados de Washington en la zona, como los regímenes sunís de Egipto, Arabia Saudí y Jordania.

Esta semana se ha hecho público en Londres un extenso informe del prestigioso Instituto Real de Relaciones Internacionales, organismo conocido como Chatham House, elaborado por una veintena de reconocidos investigadores y expertos, en el que se afirma que "Irán es el principal beneficiario de la guerra contra el terrorismo internacional en Oriente Próximo".

El documento dice además que EEUU ha hecho un gran favor a Teherán al eliminar a dos de los regímenes rivales de los ayatolás, el talibán en Afganistán y el de Sadam Husein en Irak. Los expertos señalan, sin pestañear, que Irán es hoy la potencia "más influyente" en la región, por delante de EEUU. No es de extrañar, pues, que el país persa, rico además en gas y petróleo, saque pecho y se atreva a desafiar a la comunidad internacional con el programa nuclear.

"EN SEGUNDO PLANO" Los analistas sostienen que el presidente iraní, el locuaz y siempre polémico Mahmud Ahmadineyad juega bien sus cartas. Irán actúa entre bastidores, como se ha visto en el Líbano. "Irán ha financiado, armado y entrenado a Hizbulá, pero se ha mantenido en segundo plano sin actuar directamente", dice el analista francés Olivier Roy en el diario Libération.

El caso de Irak es muy significativo. La caída de Sadam Husein aupó al poder a los chiís, que representan el 60% de la población. Muchos de los actuales líderes iraquís se formaron políticamente en el Irán del ayatolá Jomeini, como exiliados de la dictadura de Sadam. Ahora Irak se desliza hacia la guerra civil. Un escenario que alarma a los países de la zona.

La influencia iraní en Irak quedó clara a principios de año cuando Washington solicitó a Teherán ayuda para reducir el grado de violencia que vive el país. Hasta ahora, Irán ha rechazado sentarse a negociar con EEUU para hablar solo de Irak.

"EL NUEVO NASER" La sombra del régimen iraní asoma también tras la figura de Hasán Nasralá. El mes de guerra en el Líbano ha colocado en un pedestal al líder de Hizbulá que, para desesperación de Washington y de la mayoría de líderes árabes, es hoy una figura popular y respetada en el mundo árabe.

Para muchos musulmanes, Nasralá aparece como el único líder árabe capaz de plantar cara y salir airoso de una guerra con Israel. A Nasralá lo conocen ahora desde el pescador de Esauira, en Marruecos, hasta el comerciante de Saná, en Yemen. El discurso panarabista de Naser, que caló muy hondo entre la población de esta parte del mundo, ha sido sustituido por el discurso panislamista del jeque chií.