El presidente de Francia, François Hollande, afirmó hoy durante un encuentro entre empresarios franceses y brasileños en Sao Paulo que Brasil "no es un país emergente" sino un "país emergido", en el que la nación europea confía.

"Brasil es una gran potencia económica y Francia por eso confía en Brasil. Brasil no es un país emergente, sino emergido, está en una categoría única", destacó Hollande durante su discurso en el Foro Económico Franco-Brasileño, celebrado en la sede de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), la mayor patronal brasileña.

Para Hollande, Brasil se destaca en el escenario internacional por el "tamaño" de su economía, la séptima a nivel mundial, y de su población, pero "principalmente por su vitalidad".

En la cita, en la que también participaron la presidenta brasileña, Dilma Rousseff; ministros, diplomáticos y empresarios de varios países, el mandatario francés recordó que "Brasil cuenta con las mejores industrias" de la región.

El país suramericano, resaltó Hollande, "es uno de los principales actores económicos del mundo" y por eso la apuesta francesa para fortalecer los lazos de cooperación y las alianzas en diferentes áreas.

En el encuentro empresarial, Hollande y Rousseff recibieron la medalla "Orden al Mérito Industrial", máxima distinción de la FIESP, que fue entregada por el presidente de la patronal y aspirante a la gobernación de Sao Paulo, Paulo Skaf.

"No pensaba que merecía esta medalla y la voy a mostrar en toda Francia para demostrar que defiendo a la industria francesa en Brasil y a la industria brasileña en Francia", dijo el gobernante.

Hollande termina hoy en Sao Paulo una visita de Estado de dos días a Brasil, en la que se reunió el jueves con Rousseff, en Brasilia, y participó de otras actividades de carácter económico, político y diplomático.