Posado serio, nariz aguileña y barba recortada. Esta es la única imagen que se ha hecho pública hasta ahora de Gökmen Tanis, el principal sospechoso de perpetrar el tiroteo de Utrecht, en los Países Bajos. Vestido con un abrigo de color azul, este ciudadano holandés de 37 años y nacido en Turquía quedó registrado por una de las cámaras de seguridad del tranvía asaltado. Poco después, se dio a la fuga tras robar un vehículo que terminó abandonando al norte de la localidad holandesa. Incluso antes de ser detenido por la tarde, los medios holandeses no tardaron en remarcar el largo historial de infracciones y delitos que convierte a Tanis en un hombre peligroso.

Al poco de hacerse pública su imagen, la televisión holandesa NOS aseguró que el sospechoso declaró ante un tribunal hace dos semanas por un caso de presunta violación contra su expareja ocurrido en 2017. Citando a allegados del arrestado, la agencia estatal de noticias turca Anadolu señaló que el tiroteo se debería a «razones familiares». Tanis habría ido al tranvía a disparar a una mujer para después tirotear a los que habían tratado de ayudarla, una versión que confirman algunos testigos de la tragedia. Su abogado rechazó confirmar si su cliente se encontraba en libertad vigilada antes del ataque.

En diciembre del 2013, las autoridades ya sopesaron acusarlo de intento de asesinato o de asalto grave tras disparar contra un edificio del distrito de Kanaleneiland, en Utrecht. Este incidente ocurrió muy cerca del lugar donde ayer tres personas fueron asesinadas en plena calle. Según menciona el tabloide regional Tubantia, un hermano del arrestado es conocido por los servicios de inteligencia por sus ideas radicales. Nacido el 2 de julio de 1981, Tanis también cuenta con una larga lista de antecedentes penales en otros delitos considerados menos graves.

Ha sido acusado por insultar a una mujer; insultar, amenazar y escupir a un agente de policía; acoso sexual callejero; conducir bajo los efectos del alcohol; por robar, y por orinar en un calabozo de la Policía. Se desconoce, sin embargo, si en alguno de estos casos ha sido declarado culpable. La Fiscalía no quiso pronunciarse.

El diario Algemeen Dagblad indicó que Tanis también era un camello bien conocido en el barrio por vender cocaína y pastillas de éxtasis. Fuentes anónimas de la policía señalaron al segundo diario de más audiencia de Holanda que el arrestado es «mentalmente inestable» ya que, según cuentan, pasaba de ser un «musulmán piadoso» a encontrárselo por la calle «borracho, drogado y agresivo».

La cadena BBC fue más allá y citó a un empresario local que asegura que Gökmen Tanis habría sido detenido «por sus conexiones con el Estado Islámico» tras haber luchado en la República de Chechenia, en Rusia, pero que posteriormente se le habría dejado en libertad.

En una entrevista televisiva, el presidente turco, Recep Tayyip-Erdogan, informó de que los servicios de inteligencia estudian si el ataque se debe a un acto de terrorismo o tuvo una motivación personal.