El recuerdo de Martin Luther King en el 40º aniversario de su asesinato en Menfis (Tennessee) impregnó ayer la vida pública de EEUU, con actos de homenaje en todo el país y gran profusión de espacio en los medios de comunicación para recordar la muerte, la vida y el legado del líder de los derechos civiles y premio Nobel de la Paz. Como es de imaginar, los tres candidatos en liza a la presidencia (los demócratas Barack Obama y Hillary Clinton, y el republicano John McCain) también programaron actos para honrar a King.

La presencia de King en la actualidad en este aniversario es muy importante, simbolizada en el hecho de que Obama aspira a convertirse en el primer presidente negro de la historia. Sobre King polemizaron en enero las campañas de Clinton y Obama, y las palabras del icono sobre la guerra (en su época, la de Vietnam) y la pobreza parecen de plena actualidad hoy en día.

McCain y Clinton acudieron a Menfis para rendir homenaje a King. El republicano afirmó que su espíritu "convirtió el odio en perdón", y que el premio Nobel "amó a su país incluso cuando ese amor no fue correspondido". Clinton y Obama, que habló en Indiana, coincidieron en vincular la justicia económica con la igualdad racial.

ESTADISTICAS "El doctor King entendió que la lucha por la justicia económica y la justicia racial en realidad son la misma, que cada una forma parte de una lucha mayor por la libertad, la dignidad y la humanidad", dijo Obama. Clinton propuso la creación de un ministerio que "se dedique a erradicar la pobreza" en la sociedad de EEUU.

Políticamente, es inevitable que las miradas se centren en Obama, fruto de la lucha de King. Si un negro puede ser presidente de EEUU es una pregunta que se sabrá, por primera vez, en este ciclo electoral. Según una encuesta publicada ayer, el 76% considera que sí, un 14% más que el pasado diciembre.