La policía rusa tomó ayer literalmente el centro de Moscú, en un afán de mantener bajo control las protestas con motivo del primer aniversario del asesinato de la periodista Anna Politkóvskaya, que fue una de las voces más críticas con la política del Kremlin, particularmente en relación a Chechenia.

Unas 2.000 personas, muchas de ellas portando claveles y fotografías de la periodista, desafiaron el despliegue policial, la lluvia y el frío, para rendir un sombrío homenaje a la periodista. "Lucharemos por la libertad. Conservaremos a Anna en nuestros corazones y no seguiremos las instrucciones de el presidente ruso, Vladimir Putin", afirmó ante los congregados Dmitri Muratov, director del diario donde trabajaba Politkóvskaya. Miembros del grupo disidente Otra Rusia se sumaron al homenaje. No lejos de allí, centenares de agentes de la policía, algunos a caballo, patrullaban por las calles, pero no se produjeron incidentes. Según la prensa local, unos 2.500 policías adicionales habían sido llamados a Moscú en previsión de posibles disturbios. Un puñado de colegas de Politkóvskaya recordaron a la periodista asesinada en una sencilla ceremonia junto a la tumba donde reposan sus restos. Otros, incluido el excampeón mundial de ajedrez Gary Kasparov, convertido ahora en político opositor, depositaron flores a la entrada del apartamento de Moscú donde vivía la reportera y colocaron una placa conmemorativa en la fachada. En todo momento estuvieron rodeados por cordones policiales. La televisión estatal recordó ayer el aniversario muy parcamente y mostró imágenes de la calle vacía.

Politkóvskaya fue asesinada en el ascensor de su casa por un sicario cuando regresaba de hacer la compra. Hasta ahora, nadie ha sido condenado por el crimen. Los participantes en la protesta exigieron ayer de nuevo que los responsables tengan que responder ante la justicia.

APOYO AL PRESIDENTE Irónicamente, el homicidio de Politkóvskaya se produjo el día en que Putin festeja su aniversario. Unas 10.000 personas, mayoritariamente jóvenes adscritos al movimiento Nashi --la principal organización juvenil afecta al Kremlin-- se congregaron luciendo camisetas con la imagen del presidente, que ayer cumplió 55 años, para ofrecerle mensajes de felicitación. Putin lo celebró con una ceremonia a la que fueron invitados altos responsables militares y políticos.

Kasparov no ocultó su decepción por la escasa participación en los actos de protesta por el asesinato de Politkóvskaya, pero se resistió a perder la esperanza. "Hoy se producen las celebraciones oficiales por el cumpleaños de Putin pero, dentro de unos pocos años, la gente recordará este día mucho más por la muerte de Anna", afirmó.